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más grande que

  • 1 Que

    Multiple Entries: que     qué
    que conjunción 1 ( oraciones subordinadas)
    a) that;
    estoy seguro de que vendrá I'm sure (that) she'll come; ¿cuántos años crees que tiene? how old do you think she is?; eso de que estaba enfermo es mentira (fam) this business about him being ill is a lie; quiero que vengas I want you to come; dice que no vayas she says you're not to go; es importante que quede claro it's important that it should be clear; sería una lástima que no vinieras it would be a shame if you didn't come
    b)
    es que: es que hoy no voy a poder I'm afraid (that) I won't be able to today;
    es que no tengo dinero the trouble is I don't have any money 2
    ¡que te mejores! I hope you feel better soon;
    ¡que se diviertan! have a good time!; ver tb ir v aux 2
    ¡que te calles! shut up! (colloq);
    ¡que no! I said no!
    ¿que se casa? she's getting married?;
    ¿cómo que no vas a ir? what do you mean, you're not going? y aquí llueve que llueve and over here it just rains and rains 3 ( introduciendo una consecuencia) that; 4 ( en comparaciones): tengo la misma edad que tú I'm the same age as you 5 (fam) ( en oraciones condicionales) if; ■ pronombre 1 ( refiriéndose a personas)
    a) ( sujeto) who;
    es la que manda aquí she's the one who gives the orders here las chicas que entrevistamos the girls (that o who) we interviewed; el único al que no le han pagado the only one who hasn't been paid; la persona de la que te hablé the person (that o who) I spoke to you about 2 (refiriéndose a cosas, asuntos, etc)
    a) ( sujeto) that, which;
    la pieza que se rompió the part that o which broke;
    eso es lo que me preocupa that's what worries me
    el disco que le regalé the record (which o that) I gave her;
    la casa en que vivo the house (that) I live in; ¿sabes lo difícil que fue? do you know how hard it was?; ver tb lo art 2 b
    qué pronombre 1 ( interrogativo)
    a) what;
    ¿que es eso? what's that?;
    ¿y que? so what?; ¿de que habló? what did she talk about?; ¿sabes que? you know what o something?; no sé que hacer I don't know what to do
    ¿qué? what?
    c) ( en saludos):
    ¿que tal? how are you?;
    ¿que es de tu vida? how's life? 2 ( en exclamaciones):
    ¡que va a ser abogado ese! him, a lawyer?;
    ver tb ir V 1 ■ adjetivo 1 ( interrogativo) what, which;
    ¿que color quieres? what o which color do you want?
    2 ( en exclamaciones) what;
    ¡que noche! what a night!
    ■ adverbio:
    ¡que lindo! how lovely!;
    ¡que inteligente eres! aren't you clever!; ¡que bien (que) se está aquí! it's so nice here!; ¡que bien! great!, good!
    que
    I pron rel
    1 (de persona) (como sujeto) who: la mujer que vendió el coche, the woman who sold the car (como objeto de relativo) who, frml whom: su esposa, a la que admiraba, era muy amable, his wife, whom I admired, was very kind
    la niña con la que juega, the girl (that o who o se omite) she plays with
    el hombre del que hablé, the man of whom I spoke
    2 (de cosa) (como sujeto) that, which
    lo que, what: esto es lo que ocurrió, this is what happened
    la casa que se incendió, the house (which o that) was burned down (como complemento) el reloj que compró, the watch (which o that) he bought
    la casa en la que vive ahora, the house where he lives now
    II conj
    1 (introducción de sujeto o complemento) (se omite o that) creo que va a llover, I think (that) it's going to rain
    2 (expresión de deseo, mandato, etc) (se omite) que tengas un buen día, have a nice day
    3 (consecución) (se omite o that) hacía tanto frío que me quedé en casa, it was so cold (that) I stayed at home
    4 (comparación) than: su coche es mejor que el mío, his car is better than mine
    5 (condicional) yo que tú iría, if I were you, I would go
    6 (uso enfático) que sí, que iré al cine contigo, of course I'll go to the cinema with you
    qué
    I adjetivo
    1 (pron interrogativo) what, which: ¿qué has comprado?, what have you bought?
    ¿qué color prefieres?, which colour do you prefer?
    2 (pron excl) what, how: ¡qué de gente!, what a lot of people!
    ¡qué suerte tienes! how lucky you are!
    ¡qué vergüenza!, what a disgrace!
    II adv excl so: ¡qué buenas que son!, they are so good! ' que' also found in these entries: Spanish: A - abalanzarse - abandonar - abarcar - abaratarse - ablandar - abonarse - abrir - abreviar - abrirse - absoluta - absolutamente - absoluto - abundar - aburrida - aburrido - aburrimiento - acabar - acabose - acaparador - acaparadora - acariciar - acarrear - acercarse - acholada - acholado - achuchar - aclimatarse - acompañar - acopio - actuación - actual - actualizar - acuerdo - adelante - adelgazar - adentro - adicta - adicto - adivinar - administración - admitir - adorno - advertir - aferrarse - afín - aflojar - agradar - agrado - aguatera English: A - aback - ablaze - abortion - about - absent - accept - acceptable - accordance - account - account for - accountable - accustom - acknowledge - action - actual - actually - ad-lib - adapt - add on - address - adjust - admit - admittedly - advise - affirmative - afraid - afresh - after - agenda - agree - ahead - aid - alive - all - allege - allow - allow for - allowance - alone - aloud - alphabetically - already - also - alter - alternative - ambit - amenities - amicable - amiss
    = Quebec
    * * *
    = Quebec

    English-spanish dictionary > Que

  • 2 grande


    grande adjetivo
    gran is used before singular nouns
    1
    a) ( en dimensiones) ‹casa/área/nariz big, large;
    unos grande almacenes a department store
    c) ( en número) ‹ familia large, big;
    clase big; la gran parte or mayoría the great majority 2
    a) ( alto) tall;
    ¡qué grande está Andrés! isn't Andrés tall!
    b) ( en edad):
    ya son grandes they are all grown up now 3 (Geog): 4 ( delante del n)
    a) (notable, excelente) great;
    b) ( poderoso) big;
    a lo grande in style 5
    a) (en intensidad, grado) ‹pena/honor/ventaja great;
    explosión powerful;
    ¡me llevé un susto más grande … ! I got such a fright!;
    una temporada de gran éxito a very o a highly successful season; son grandes amigos they're great friends; eso es una gran verdad that is absolutely true; ¡qué mentira más grande! that's a complete lie!
    b) ( elevado):
    a gran velocidad at high o great speed;
    volar a gran altura to fly at a great height; un gran número de personas a large number of people; objetos de gran valor objects of great value; en grande: lo pasamos en grande we had a great time (colloq) ■ sustantivo masculino, femenino
    a) ( mayor):
    b) ( adulto):

    grande adjetivo
    1 (tamaño) big, large
    grandes almacenes, department stores
    2 (cantidad) large
    3 fig (fuerte, intenso) great: es un gran músico, he is a great musician Locuciones: a lo grande, in style figurado pasarlo en grande, to have a great time ' grande' also found in these entries: Spanish: abarcar - alfombra - ampliar - ampliación - armatoste - así - bastante - bestial - bloque - buena - bueno - cabezón - cabezona - cabezudo - cajón - calabacín - campeonato - cantidad - canto - ciudad - colosal - consideración - fenomenal - formidable - gran - hermosa - hermoso - incalculable - ingeniosa - ingenioso - mía - mío - monstruosa - monstruoso - monumental - nuestra - nuestro - pila - puerta - quedar - señor - suficientemente - suma - sumo - terraza - tirada - tremenda - tremendo - venir - bailar English: abnormally - above - ample - army - awful - bag - baggy - bay - big - boat - border - box - breaker - brush - bulk - carve - cauldron - cushion - deposit - enough - extend - grand - great - grow - hers - in - integrate - large - lion - manufacturer - marrow - mighty - mine - outrank - overgrown - paving stone - place - roller - set on - set upon - slight - spanking - style - tablespoonful - tea urn - temptation - terrific - time - to - tub

    English-spanish dictionary > grande

  • 3 xabarciar

    Xabarciar, tratar, vender, cosas de poco valor, tratantes de escasa monta. —Cundu you yera un guaxín prexenciéi 'l tibeiru que cheldarun les Xabarceires de la miou aldina con la sou pótchina Facunda ya 'l Pascualón el Xitanu, lu que non cuntaba you yera qu'al currer el tempu tamén me diba ver encibiétchau per mor de la ñecexidá en tener que faer de xabarceiru, ya nagora mesmu comu tóu nisti dicionariu xirbe d’escola, nagua mexor qu’istes estories pa comprendier con mexor vidayu les ñaturales ya ximples costumes de la Nuexa Xantiquina Tierrina, que güéi nel díe tan sous ancestrus nes manes fedientes ya utreresques de prexones tan rapiegues ya llimiagues, que l'únicu que fan ye mistificar les nuexes costumes ya Chingua, menus mal que col tempu les xeneraciones d'astures venideiras xabran poñer les couxes nel sou xeitu, pos conista esperancia trabayu you xin escanxu ya m'allegre ya enxemáu de gociu, perque you séi, ya xuru per toes mious ceyencias con tou la fuercia del miou alma, qu'angún díe non mu xeru, tous lus entroyáus trabayus fechus per lus Amigus del Bable ya de lus del Conceyu Bable, que güéi amindi me pieschen toes les portes, per el baldrayante miéu que xin me dexen xueltu, dalgún d'echus nun me valdríe amindi nin p'arrátchar el cuchu de lus bracus. Axín que ya ta tóu faláu, ya tous lus que nun s'atopen nes arrañáes pradeires del enxútchu vidayu, comprendieran, que toes istes xentaques per minde nomáes nun son namái que pioyones ou paráxitus. TRADUCCIÓN.—Cuando yo era pequeño presencié el sonado escándalo que prepararon las tratantas de mi aldea, por la causa de la su pollina Facunda y de Pascualón el Gitano, lo que no pensaba yo por aquel entonces, era que al transcurrir los años, me iba a ver envuelto por causa de la necesidad o cualquier otra razón parecida, en trabajar como tratante verdulero, frutero, xabarceiru, pero ahora mismo, y como según mi parecer todo en este diccionario ha de servir de escuela, pues nada mejor que estas historias verdaderas, para comprender con mejor entendimiento y sencillez, las naturales y simples maneras, costumbres y diversas cosas de Nuestra Santina Tierrina, pues con grande pena hoy yo estoy viendo, como sus más respetables y queridos ancestros, son manejados ultrajantemente, por personas que faltas de dignidad, amor a la Tierrina y respeto hacia sus sagrados ancestros, están dándoselas de entendidos mistificando toda la "Cultura de Asturias”, pero yo se muy bien, que con el tiempo las generaciones de astures venideras sabrán poner todas las cosas en el lugar que sabiamente les corresponde, con esta hermosa esperanza trabajo yo hoy en día con alegría y cubierto de entusiasmado gozo, porque yo sé, y juro por todas mis creencias con toda la fuerza de mi alma, que algún día y no muy lejano, todos los estercolosos trabajos sobre la materia de la LLingua D'Asturies y sus Ancestros, que fueron basurescamente hechos por los Amigos del Bable y los del Conceyu Bable, que desde siempre, pretendo decir, que desde que nacieron porque mis humildes trabajos les hicieron con afán insano intentar crecer sin tener raíces para sostener su rancuaya creencia, no hicieron otra cosa que ponerme torgas en todas las puertas, por el cobardoso miedo que tenían, pues al dejarme suelto a mí, ninguno de ellos hoy existiría, y menos me serviría ni para limpiar la cubil de los cerdos. Así que ya está dicho todo sobre este asunto de estas asociaciones de la "Trelda", y yo creo que todas las gentes que no tengan las praderas del entendimiento secas y limpias de saberes, comprenderán perfectamente, que todas estas gentes por mi nombradas nada más que son parásitos. —Esta historia que ya de seguido les voy a relatar, terminó con mis huesos en la cárcel, por haberla yo contado en un pequeño libro tal como había sucedido. La verdad que you espatuxé ya galamiéi per tous lus llugares de la miou Tierrina con mu pouca xuerti, quiciavis fora que ñaciera pa ser un esgraciaín ou que les couxes teñíen que cheldaxe axindi, güéi nel díe que ya vou pa viétchu tou contentu de ver vivíu miou vida de la maneira que lu fexe, perque xin axindi nun fora, poucu ou nagua podría cuntar de les costumes ya llingua de miou mantina Tierrina. Xin lus Roxus viexon ganáu l'engarradiétcha, que tal couxa viexen fechu senún se xebraren en tantus partíus pollíticus que nun dexaben llugar pa l'esciplina, pos tóus queríen mangoniar, escutír, ya tou 'l mamplenáu de tibeirus xabarceirus que manexaben, metantu que lus fascioxus afilaben les nabayes p'achuquinar piscuezus, falules you, que xin lus Roxus viexen ganáu, xeguramente que you nun taríe nagora fayénduyes isti dicionariu, perque xeguramente miou pá me viexe adeprendíu dalguna carreira d'inxinieru, maestru, aboguéu, etc., etc., ya me xebrarie del ñatural vivir ganándume 'l pan nes mesmes fontes ancestrales de les nuexes costumes ya llingua, que ye dou s'abaya tou 'l ancestru ximple, ñatural ya fidalgu d'Asturies, Trubiétchu de la Patria España. —Toes les prexones xebráes d'istus ñaturales y xantiquinus llugares de la miou embruxadóura ya melgueira Tierrina, nun poden querecha na fondeirá de sous raigones, nin tampoucu puén faer el munchu trabayu qu'entavía se ñecexita pa poder cheldar en bom xeitu la Nuexa Palancia, ya toa l'ancestral cultura de la Tierrina. —Existi un reflán astur que díz, que lus nenus pa que queran ben a la sou má tenen que mamar nel sou entamu fasta qu’isti d’afechu s’escose. “TERESA, LA JUSTICIA Y LOS ELEGANTES TIMADORES DE NUESTRO TIEMPO" —No son los timadores de mi tiempo, tan desgraciados y tan cándidos como lo era Pascualón el gitano, pues estos indecentes y asquerosos gitanos de hoy día, no son de la raza “calé” (pobrecitas estas humildes y desventuradas gentes, cuanto desde niño las he querido admirado, y cuantos compañeros en la vida he tenido que eran gitanos, siendo todos ellos estupendos camaradas y soberbios muchachos). —Digo que los gitanos de hoy día, son la escoria que dejo la guerra entre la raza despreciable de algunos “payos”, y a uno de ellos, le voy a retratar en estas páginas lo mejor que pueda, sin quitar, ni poner nada, simplemente voy a contar cuanto ha sucedido. —Habíame yo caído trabajando como calderero en el montaje, y rótome el cumal (la columna), quedando de resultas de este llumbazu (caída) inútil para el trabajo que profesaba, y en una situación bastante desesperada, porque las pensiones que asignan a los mutilados trabajadores españoles, son las mayores canalladas y porquerías, que no le alcanzan al desventurado lisiado, ni para comer un plato de sopas cada día. Así pues, había rótome las costillas toda mi vida trabajando para aquella miseria que me condenaba, a vivir el resto de mi existencia falto de todo, todavía para más fastidiarla, escuchando todos los días a los dirigentes de trabajo, bien con sus comedidas y estudiadas frases, que díganlas ellos y entiéndalas María Santísima, dirigiéndose al país, por el medio de la televisión, radio y prensa, que nos iban a dar tanto y cuanto. En resumen, que lo único que nos dan es una caca, tan grande tan asquerosa como ellos son. —Estaba yo de pensión por aquel entonces en casa de la señora Teresa, que era viuda de un desgraciado minero, que el pobre tuvo la triste desgracia para su esposa e hijos, de morirse en la cama abrazado por una enfermedad, y no haberlo hecho en la mina aplastado en una oscura y tenebrosa rampla por un costero, ya que si así hubiera sucedido, le quedaría a su viuda una pensión que aunque también fuese en demasía miserable, no sería tanto como la que le daban por el seguro de enfermedad, que ésta sí que no les algamía (alcanzaba) ni a ella ni a sus tres pequeños hijos, que el mayor aun no llegaba a los nueve años, ni para comer sin fartucase (hartarse), ni una vez a la semana. —Dentro de privaciones y de miserias endiabladas vivía Teresa, estirando la moleculosa pensión que no se espurría (alargaba), por ser en demasía encoyía (encogida) ya de crianza, y pensando yo que a esta triste situación que a ella acompañaba, sin galga (freno) que me detuviese en desfrenada carrera me acercaba, decidimos dedicarnos al trato, para ver si de esta forma lográbamos despegarnos de las miserias que nos rodeaban. —Creo que no hace falta decir, que la Ciencia le hizo correr al progreso con tanta prisa, que desde aquella inolvidable y lejana época de las Xabarceiras, que recorrían las aldeas, romerías y mercados, vendiendo las frutas y demás productos, que transportaban a lomos de los humildes burros, hasta nuestro tiempo, el progreso con sus ingenios modernos, mitad emparentados en el agrado del Hacedor, y la otra parte con los mismos imaginares del propio demonio, hizo a las gentes moverse con apurante desatino, y por tal suceder hoy día, las personas que pretendan dedicarse a la industria de comerciar con las frutas u otras mercancías por las ferias y mercados, no pueden hacerlo sirviéndose de un jumento como medio de transporte, ya que si tal locura hicieran, no ganarían ni para darle un mal pienso a su pollino. —Por tal lleldar (acontecer) Teresa y yo, nos decidimos hacer camino en el oficio de Zabarceirus (tratantes), por eso nos centramos en el menester de comprar una pequeña furgoneta, de ésas que suelen ser a medio uso, y que nos la dieran a plazos, ya que yo no tenía una perrina (cinco céntimos), y ella tenía que pedir prestado el dinero de la entrada que había que pagar por el vehículo, a una conocida suya que sabedora de nuestras pretensiones, habíase decidido a prestárselo. —Así pues ya con esta determinación tomada, y ya completamente decididos a ganarnos la vida en este oficio, que la verdad era el único que me quedaba a mí, ya que a pesar de aún valer para un sinfín de profesiones livianas, no podía aspirar a ellas, porque para tal menester, se necesitaba una recomendación, o ser por lo contrario hijo o pariente de algún facistón de buena marca, faceta única y sin igual, que impera desde la guerra Civil para todos los efectos en mi Patria. Por esto, a poca curiosidad que cualquiera tenga para investigar en este denigrante panorama, se darán cuenta que en todos los ministerios de la nación, desde el que más manda, hasta el conserje que le franquea la puerta, son todos fascistas, divididos en falangistas, que hermoso y Humanitario partido es éste, si sus afiliados cumplieran los Credos que tan maravillosamente creo su Fundador, y la otra parte, está compuesta por exdivisionarios, exlegionarios, excombatientes, exlicenciados de las fuerzas armadas, etc. Y si quieren ustedes encontrar algún Rojo, búsquenlo en las profesiones más bajas y avasalladas del país. Esto que les cuento señores es la pura verdad, así que consideren la libertad que tendremos, cuando detrás de cada obrero, existe un patrón que le roba, y si el trabajador protesta, entonces aparece un látigo y una pistola que le hace por la vía de la fuerza, entrar en la senda de la esclavitud. —Digo yo, que para encontrar esa furgoneta que determinado teníamos de comprar, investigamos en las páginas de anuncios de los periódicos de provincia, por si alguna venía anunciada del tamaño y condiciones que nosotros necesitábamos. Y nuestra alegría fue grande cuando observamos en uno de los diarios que la Casa de Vulcano tenía una en venta, que la vendía dando como señal una pequeña entrada, y después el resto, que se podía pagar en cómodos plazos, también estaba revisada con esmero y garantía, según las manifestaciones hechas por el propio dueño, en la propaganda que de la furgoneta había anunciado, que aseguraba que el tal vehículo, se encontraba lo mismo que si fuese nuevo. —Así pues, en los últimos días del mes de Enero, del siguiente año del primer baile que los Humanos hicieran alrededor de la Luna, ensenderámonos la Teresa y yo camino de Oviedo, ilusionados y muy gozosos dentro del ánimo que nos movía, de comprar aquel vehículo, con el que pensábamos mejorar a fuerza de trabajar arduamente nuestra situación harto deficiente. Llegamos al fin en alegrosa compañía a la Casa de Vulcano, pudimos comprobar como en el amplio escaparate de su bien saneado negocio, estaba expuesta la furgoneta limpia y reluciente, con todas las apariencias a primera vista de ser una prenda de primera mano. Sin embargo, si fuésemos capaces de leer el destino, hubiésemos observado como los faros de la hermosa furgoneta, nos parecerían ojos vivos, que nos miraban guasonamente, como si de ante mano, ya se estuvieran mofando de nuestras nobles pero ilusas pretensiones, y a fe mía que nos consideraban una xunta (yunta) de fatones (bobos) que muy pronto iban a caer en las sutiles redes de el gitano de su dueño, que era el timador más despiadado, hábil y deshumanizado, de los muchos que protegidos por la ley, comían el escaso pan del pobre en la ciudad de Oviedo. —Tras mirar un buen rato nuestro xumentu de fierru (burro de hierro) pareciéndonos cuanto más lo reparábamos más hermoso y deseable, decidimos hacer entrada al establecimiento, ya con el firme propósito de hacer nuestra aquella furgoneta, que con la necesidad que nos embargaba nos había por completo sorbido el seso. —Nada más que pusimos los pies dentro de aquella industria del timo y el atropello, presentose ante nosotros sin mediar tiempo, igual que si esperándonos estuviera, un hombre de aspecto muy agradable, que llevaba plasmado en su rostro el maravilloso don de no saber hacerle mal a nadie, por lo que a mi primera impresión yo pude apreciarle, y mirándonos con sus ojillos vivarachos, que al mismo tiempo parecían del todo inocentes, brindándonos una amplia sonrisa, que se extendía de oreja a oreja, y estaba amurallada de una dentadura tan perfecta y amarfilada, que me hizo asegurar que aquel sujeto, no tenía suyo ni un sólo diente. Digo yo que a la par que así nos saludaba, se frotaba sus finas y blancas manos con verdadera insistencia, y así con esta presentación tan capitalista, tan engañadora y confianzuda, nos preguntó con su voz exquisita y halagadora, que en nada desmerecía a sus modales: —¿En qué puedo servir a tan distinguidos señores? —Teresa que era la que llevaba la voz cantante porque era la que tenía el paperío (el dinero), ahpoyándose en el vehículo que le interesaba, díjole sonriéndose dentro de una gozosa alegría que no pasó desapercibida ante la escrutante mirada de aquel granuja de timador de los tiempos modernos: —¡Verá usted, queríamos comprar esta furgonetina, si es verdad todo lo que de ella cuenta usted en el periódico! —¡Sí, verdad es todo cuanto he dicho en el anuncio, no tengan ustedes miedo ni temor alguno al engaño, porque esta mi casa se especializa en haber sido siempre muy formal y seria! —Yo que para nada me entrometí mientras que ellos hablaban, por no cortar a la Teresa que es mujer de larga parpayuéla (muy habladora), a la par que muy enfadadiza y voluble si se le corta la palabra, y como ella era la que relativamente iba a satisfacer la entrada y hacerse responsable de la compra, pues tan sólo me limité a observarles mientras que ellos hacían el trato, y después que terminaron de ponerse de acuerdo en todo, no haciéndome ningún aprecio a mí el vendedor, y creo que hasta me había considerado según mis propias apreciaciones, hombre tranquilo y de mermados arreos, pues como cuento, después de haber cerrado el trato, el Vulcano otra vez envuelto por aquella facilona sonrisa, que en él debía de ser una de sus armas más eficientes, preguntó a la par que se frotaba sus manos lleno de un dichoso contentamiento, que le llenaba de gozo, y no tanto por el dinero que en su trato había ganado, sino por la satisfacción que deduzco sentía, cuando timaba a las gentes con su hábil y exquisita maestría: —¿Bueno... y ahora... quién es el que va a revisar esta maravilla? —¡Quiero decir...! ¿quién va a conducirla? —Yo l’acaidonaréi (conduciré), le contesté a aquel individuo del que ya no me gustaba tanto ni su presencia ni nada que de él emanase, y seguido le pregunté ya siempre dentro de la desconfianza: —¡Y ahora dígame usted! ¿Es verdad que este vehículo se encuentra en buenas condiciones? —Tenga presente y compréndame usted, que esta señora lo precisa para tratar en frutas, y no le vaya a suceder, que si desea llegar con ella dónde se propone, tenga que comprar un burro para que remolque a los dos caballos de hierro, que hacen xuntura (yunta) en la furgoneta, y que por encontrarse quemados de tanto trotar, no les quede fuerza nada más que para hacer la carrera de prueba. —Pierda usted todo cuidado, y no haga con sus ingeniosas bromas menosprecio de mis honrados intereses, que no vivo yo a cuenta de engañar a mis queridos y siempre respetados clientes. Manifestó Vulcano poniéndose muy serio, pero sin apearse en ningún momento de su sonrisa, que por ser tan permanente se hondeaba en la sospecha de ser equivocadora y seguido apuntalóse en hacer su propia propaganda de la siguiente manera: —Mire, no olvide nunca, me dijo Vulcano poniéndome cariñosamente una mano encima de mi hombro, que la Casa de Vulcano, es tan honrada como la misma Audiencia, dónde se reparte la ley castigando y persiguiendo toda trampa e injusticia, por eso yo efectúo mi trabajo, bajo la respetuosa sombra de la justicia. —¿Acaso ha pensado usted que yo soy un gitano? —¡No querido amigo, si en esa desconfianza su imaginación trabaja, siento asegurarle que se encuentra usted muy equivocado, pues todos en esta ciudad me conocen, y saben que soy un honrado industrial respetado y querido, tanto por los rectos servidores de la ley, como por todos los demás que estamos obligados a no burlarnos del eficiente sistema de la justicia, que hace que todo ciudadano se sienta protegido, tanto su integridad física, como los intereses que honradamente le pertenezcan! —Y ya por última vez les aseguro que este vehículo se encuentra en perfecto funcionamiento, y hasta puedo permitirme el lujo de decirles, que pueden viajar con esta estupenda furgoneta, sin la más mínima preocupación, y sin el menor problema posible, no sólo al más apartado rincón de Asturıas, sino hasta la alejada Barcelona, sin que este motorín, deje de funcionar ni un momento, ni se empapice (ahogue) ni una sola vez. Aseguraba Vulcano, centrándose en una encendida adulación hacía su “jumento de hierro", que tal parecía que le estuviese jurando al General Franco, que era él, el más horado y disciplinado comerciante, de toda la nación española. —Yo que ya había comprendido que aquel tipejo era una asquerosa rata que no había veneno que la matase, le dije que estaba muy bien todo cuanto había dicho, y después le pregunté, que si podíamos ir a dar una vuelta con la furgoneta, para asegurarnos, que efectivamente era el vehículo la maravilla que con tanto ardor y fuerza él nos había pintado. —¡No, hoy no puede ser! Aseguró Vulcano, y seguidamente dijo, que antes era menester de asegurarla, y abonar la entrada en el Seguro de la Patria Hispana, entidad que con buen acierto, según él, pastoreaba su negocio. —¡Así qué ahora mismo, vamos a ir la señora y yo hasta dicha agencia, para poner en orden dicho asunto, y pasado mañana ya pueden ustedes circular con el vehículo por dónde les venga en gana! “CUNDU LA TAREXA SE MEXOU DE MIEU” “CUANDO LA TERESA SE MEÓ DE MIEDO” —El sábado por la mañana que era el día señalado para recoger nuestra furgoneta, llegamos la Teresa y yo hasta los reinos de Vulcano con el ánimo plagado de alegría y embargados por una ilusión gozosa, pues íbamos a ser dueños de un vehículo, que nos permitiría sin ningún genero de dudas, llegar hasta los mercados más apartados de la Tierrina, y mejorar en el oficio de xabarceirus nuestra situación harto oprimida, tantas cuentas habíamos ya barajado y todas ellas navegantes en alegrosas ganancias, que creído nos teníamos que íbamos a ganar el oro y el moro, que incautos éramos que no nos detuvimos ni por un sólo momento en el pensar, que el que hace las cuentas adelantadas sin tener dineros para cubrirlas, por fuerza que tiene que hacerlas un par de veces, siendo la última la más válida. —Digo yo que cuando llegamos al escaparate dónde se lucía nuestra furgoneta, ya estaba al lado de ella el Vulcano, y tal a mí me pareció, que cuidaba a ésta con tanto mimo, como si fuese industriada en la herrería del mitológico dios que lleva su nombre. —Y a la par que nos saludaba con la misma sonrisa y frotamiento de manos que en anterior ocasión nos había dedicado, con su bien timbrada voz nos dijo, ocultando una guasa que no se me paso desapercibida: —¡Ya les estaba esperando señores, pues yo se muy bien por la larga experiencia que poseo en estos menesteres, que iban a ser ustedes muy puntuales, como corresponde a todas las gentes que arden dentro de los agradables deseos de hincarle el diente, a lo que de antemano han saboreado como manjar sabroso! —¡Así que aquí tienen ustedes la documentación y todos los requisitos necesarios para poder circular con la furgoneta sin que nadie les moleste. Y ahora sólo me queda desearles buena suerte, tanto en los viajes que emprendan, como en los negocios que puedan hacer, que en estos está precisamente el valer de las gentes! —Hicimos muy satisfechos y animados acomodo la Teresa y yo dentro de los dos caballos de hierro, dejando al que resultaría ser un astuto gitano, frotándose sus manos, y sonriéndose tanto para afuera como para sus podridos y asquerosos adentros, festejándose dentro del timo que terminara de hacernos. —Empezó la furgoneta a rodar dirigida por mí que no cabía en mi gozo de contento, por las calles de Oviedo abajo, con ánimo de alcanzar la carretera general y ensenderarme en la ruta de Gijón o Avilés, dónde pensado tenía probar aquella máquina, vendida por el que resultaría se el mas fino gitano, que timaba sin conciencia a las pobres gentes, sin encontrar jamás a un juez, que hiciera con él el escarmiento que años atrás había hecho Juan Antonio el falangista con Pascualín el de los enredos. —Teresa que iba sentada a mi lado, recostada cómodamente en aquel asiento, que tenía más pringue que la solapa de un mendigo a la salida de un frío invierno, me dijo endiosada de alegría por sentirse dueña de aquel maravilloso ingenio: —¡Este Vulcano tiene cara y presencia de ser una buena persona, de ser un hombre bondadoso y bueno, a par que sabe lucirse con su cautivadora sonrisa, en el agradable lugar de la educosa simpatía, la verdad que a una le presta en grande tratar con señores tan serviciales y educados. Hay que ver la finura y delicadeza que este buen señor conmigo se gastó, me trato lo mismo que si fuese una gran señora, no me cave duda que todo en él se dibuja como un caballero respetable y encantador, tan bien parecido, tan elegante, tan guapo, tan... En aquellos momentos unos empapizamientos harto sospechosos en el motor de nuestros dos caballos hízole a la Teresa hacer un descanso en el continuar ensalzando los engañosos enseñares de su hábil timador, y en la sazón que su alborozada alegría íbasele marchitando por el ya continuo pedorreo que alumbraba sin interrupción el motor, preguntóme muy apuradamente, haciendo aposiento en el lar de la nerviosa y asustadiza preocupación: —¿Per quéi demontres s’afuega la miou forgonetina que tantu se queixa Xuliu? —(¿Porqué demonios se ahoga mi furgoneta que tanto ruge Julio?). —Yo que ya sin ninguna duda empezaba a olerme el fino timo, que el cobarde y sucio Vulcano hubiera ordeñado en nuestro enflaquecido bolsillo, contestele arrugando el ceño, poniendo un gesto rabioso y despreciativo, buscando en mi imaginación con prisa, la forma de centrar en ley, aquel moderno y educado gitano de los jumentos de hierro de nuestro tiempo: —Me parece Teresa, que dentro de breves momentos, vas a ver dentro de tu cerebro, a ese encantador, respetable y guapo Vulcano, que no hace ni un minuto no tenías tu boca para aponderarle, te aseguro que le vas a ver del mismo despreciable color del diablo, y esto es así, porque esta furgoneta comienza a quejarse de una de sus muchas mortales heridas, que será con seguridad la más pronunciada de cuantas tiene. —¿Qué es lo que pretendes decirme Xuliu? Preguntó de nuevo Teresa ya ausente de toda alegría, empezando a subir la primera escalera del miedo del desespero. —La verdad Teresa, es que viajamos ajinetados encima de un montón de chatarra, por esta razón he de ir con buena cuenta hasta que de hecho me dé por sabido, qu’acaidono (que dirijo) una maquina, que ha puesto en mis manos ese desalmado de timador de Vulcano, que está predestinada sin ningún género de dudas, hacer en cualquier momento descalabros con las vidas de la inocente gente, que a cada paso cruzamos. —Ya nos hallábamos en las afueras de Oviedo, y comenzábamos a bajar una pequeña cuesta que existe a la entrada de la Corredoria, cuando un bache de los muchos que alumbrábanse por aquel entonces en la carretera, hizo que la dolorida furgoneta se bandaleara ostensiblemente, y en tal baile, abriéronse con verdadero estruendo ambas puertas, despedazándose los cristales y estropeándose en mala manera parejas portezuelas, con tal atronador ruido, que la buena Teresa encogiéndose en el asqueroso asiento, cosida por un miedo que le hizo mearse, dijo temblándole su voz que era dominada por su espantoso miedo: —¡Frena, frena en el instante Xuliu, por todos los demonios del infierno xuntus (juntos), consigue de una vez que se detenga esta asesinadora chocolatera, que bien me parece que intenciones le sobran de hacer mudanza con nuestras vidas, fayéndunus esfuechiquéus na peyeya! (haciéndonos desolladuras en el pellejo). —Hice con toda la rapidez que pude, que se detuviera aquella furgoneta tan destartalada, y al pretender asegurarla mejor con las miras de apearnos para presenciar los primeros destrozos que se rellumbraben (relucían) en aquella infernal máquina, así el freno de mano y tiré de él para colocarle en su lugar de frenada, pero no respondió a su obligación, pues rompiéndose, quedeme con la manilla entre las manos, pensando ya con toda la razón del mundo, que aquella máquina era la causante de un timo que no tenía perdón, y también poseía hechura de ser un perfecto sabotaje. —Teresa que ya se había apeado de la furgoneta movida por la rapidez que injerta el miedo, hallábase en la cuneta de la carretera hilvanada por un ataque de nervios, con sus manos puestas encima de la cabeza, centrada en el más airado desespero, envuelta en un mar de lágrimas miraba para su vehículo desilusionada y atormentada, no dando crédito a lo que presenciaba, que era a todas luces la ruina más grande que en toda su existencia le había caído encima, pero cuando me vio con aquel fino hierro en forma de manilla en mi mano, me preguntó al tenor que buscaba en su boleo un pañuelo para enxugarse (enjuagarse) las lágrimas: —¿Qué diantres de fierru ye ísi Xuliu? —(¿Qué demonios de hierro es ése Julio?). —Yo que reparaba con verdadera lástima a la Teresa, al mismo tiempo que se me escapaba la risa, y el caso no era para menos, le respondí mirando para la manilla a la par que movía la cabeza para los lados con síntomas de verdadero desprecio y asco, hacia aquel gitano timador de Vulcano: —¡Poca cosa Teresa, sólo un defecto más de los muchos que tiene este jumento de hierro que te vendió tu encantador Vulcano! ¡Vaya una rata de cábila que está hecho tu simpático timador! ¡Y ahora deja ya de chorar (llorar), y no le reclames al Cielo un favor que no ha de enviarte, y búscame con rapidez un par de cuetus (piedras), para forrar las ruedas de esta endemoniada chocolatera, con la que el tú fino señor Vulcano, por mediación de mis inocentes manos, pretendía industriar un achuquinamientu (asesinato) entre las tranquilas gentes de la ciudad de Oviedo! —Teresa atenazada por una incontrolable rabia que le raguñaba (arañaba) sus doloridas entrañas, dijo a modo de juramento clavando sus brazos palabras en el firmamento: ¡No me nomes más isi rapiegu con focicu de llabascu, non me lu nomes más, si ye que apreciesme dalgu, ya permita el Faedor que tou lu puéi y'escosá couxa fae, que lu fienda una centecha pente les pates en dos Vulcanus! —(¡No me nombres más a ese zorro con hocico de marrano, no me lo nombres más, si es que me aprecias algo, y permita el Hacedor, que todo lo puede y muy poca cosa hace, que lo parta una centella por entre sus piernas en dos Vulcanos!). —¡Nunca pensé yo que pudiese vivir en este mundo un ladrón tan desalmado y tan grande, que hace su riqueza y bienestar engañando a pobres viudas tan desventuradas como yo, que no tengo más riqueza que el Cielo sobre la cabeza y la insegura tierra bajo mis pies, y para encima de no tener nada, todavía me acompaña la triste desgracia de tener que pagar a Pilar la del Comercio las quince mil pesetas que me prestó para dar la entrada de esta endiablada furgoneta. Poco he de pedir y menos Justicia ha de haber, si a este zorrastrón, si no me devuelve los mis cuartos, no le busco una buena corripa (celda) en la cárcel. Y no sólo por el cobarde ladronizo que me hizo, sino por el pretender arrancarme la vida, y dejar a los mious protetayus fiyinus (mis pobrecitos hijos), sin el menguado pan que puedo proporcionarles y el grande cariño que por ellos siento! —No te alumbres por más tiempo en el lar del sufrimiento Teresa, pues más bien debías de ofrecerle gracias al cielo, porque permitió que nadie saliese con heridas de este descalabro. Y ahora si haces caso de lo que yo te aconseje, va tener que abonarte este despreciable de timador gitano, el dinero que le has entregado, y que se haga cargo de la furgoneta, y sino que la arregle con la decencia que encierra el caso. —Esto le decía yo a la Teresa, a la vez que valiéndome del cinto que sostenía mis pantalones, y de un precioso lazo de terciopelo que la Teresa llevaba anudado a su largo cabello, ataba entrambas portezuelas para poder salir del paso, y cuando mañosamente lo logré, díjele a la Teresa que aún seguía tan desconsolada, y lucíase aún más rabiosa que cuando nos sobrevino el accidente: —¡Güenu Teresa, deixa ya de mexaretar tal corrompináu de chárimes que v’escosásete la fuercia pel furacu lus güeyus (bueno Teresa, déjate ya de mear tantas lágrimas, que se te va a escapar la fuerza por el agujero de tus ojos), y súbete a la furgoneta que nos vamos a ir hasta Noreña a visitar el garaje de un conocido mío, para que revise a conciencia este endemoniado ingenio, y nos diga de una vez, las hendiduras que tiene ocultas esta chocolatera que nos ha vendido el timador de Vulcano. —Teresa que en esto ya se había serenado un poco, aunque todavía alumbrara algunas rebeldes lágrimas, dijo dentro de su maurera de miéu (madurera de miedo): —¡No me ofendas, no lo hagas por el amor que le tengo a la santina de Covadonga, no me tientes por el mismo hacedor que debe de estar riéndose de mi allá en su Cielo, no me empujes para que haga lo que no deseo Xuliu. Pues no me sentare dentro de esa infernal máquina de asesinar gente, ni por todo el oro que tiene el Banco de España almacenado en forma de relucientes y apetitosas barras, y mira que es abundante lo que el otro día nos enseñaron por la Televisión sus manejadores. Vete tu sólo si deseas morir donde te plazca, ya que nada más que tu pobre vida tienes que perder, pero yo tengo tres hijos inocentes y pequeninus, que cuélgame con grande fuerza de las entretelas de mis sentidos, no quiero morirme y dejarlos desamparadinos, a merced de este endemoniado mundo, que cada día me parece que tiene menos verdad y menos justicia, que cada día me parece que el pobre dentro de él, si suprimimos las calamidades y las sufriencias, tiene muy poco que hacer. ¿Qué sería de los tres pedacinos de mi corazón, si se quedaran si su madre, en la triste edad que los probitinus aun no saben de dónde comen? (EL GARAXISTA) "EL GARAJISTA" —Por muchos razonamientos que sostuve con Teresa para convencerla con el fin de que me acompañase, no llegué a persuadirla ni en lo más mínimo, pues todas mis razones nada valían, para vencer el miedo que en aquellos desventurados momentos la dominaba, y no consiguiendo ni de una forma ni otra que subiese a la furgoneta, encaminome yo sólo hacía Noreña, al cansino paso de los viejos jumentos de los antiguos gitanos, conduciendo aquel destartalado ingenio, que era en verdad un innegable peligro público. —Llegué a la postre a mi destino, y contéle sin demora cuanto me había sucedido al garajista por mí conocido. Este esperó unos momentos para que se desfatigase el cansado ahogado motor, después volviéndole a poner en marcha, escuchole atentamente el trote quejumbroso que alumbraba, y seguido dio comienzo con seguro tiento a desmontarle algunas de sus piezas, y cuando le encontró las variadas enfermedades que tenía, dijo envuelto su rostro en una sonrisa que podía tener todos los significados: —Desde luego amigo mío, no sé como has sido capaz de llegar desde Oviedo hasta aquí con esta chocolatera, suerte has tenido de no partirte la sesera por el camino. ¡Tuvo que quedarle la conciencia “si es que la tiene” a ese gitano de Vulcano harto desajustada, porque hay que tener muy poco amor hacía el prójimo, y ser un timador sin la menor entraña, para vender un coche en las condiciones que se encuentra éste. Ahora que tratándose de Vulcano no me extraña en absoluto, ya que todo el mundo sabe en Oviedo la clase de elemento que está hecho! —Ten presente, y esto que te voy a contar ya lo he discutido muchas veces con otras personas, que algunas de las desgracias que suceden en las carreteras es por culpa de estos timadores gitanos de los jumentos de hierro, que venden coches usados, que son verdaderos cacharros que ni para el desguace sirven, y lo peor de todo, es que saben hacer de la ley un pandero, y enriquecerse a cuenta de las inocentes gentes, que no comprenden en el peligro que se divierten cuando compran un vehículo usado, pero todo esto ten por seguro que algún día ha de terminarse, cuando algún juez con buen ingenio, colóqueles un anillo que encarcele ya para siempre sus astutos timos, con una nueva ley para tal menester, que todavía nadie ha creado. —Bien dices amigo mío, pues todo este ladronizo y peligro público que tenemos todos de perder en cualquier momento la pelleja en la carretera, por la causa de estos desalmados gitanos de los jumentos de hierro, silenciárase d’afechu si la ley les castigara y persiguiera con más entusiasmo. —Recuerdo que cuando yo era pequeño la ley perseguía y castigaba a los gitanos que en aquella difícil época había sin tener la más mínima consideración con ellos. Y todo era, porque aquellos gitanucos de los tiempos d’endenantes (de antes), eran pobres de toda riqueza y ciegos de toda cultura, pues aquellos desarropadinos y desventurados gitanos, por muy listos que se alumbrasen, no podían hacer grandes cosas, y por eso vivían tirados por los caminos, despreciados por las gentes y perseguidos en todo instante por una ley que no les dejaba de su mano ni a sol ni a sombra, arrastrando cansina y resignadamente sus estómagos cosidos por el hambre, enseñando un color cadavérico en sus huesudos rostros, por el que uno imaginaba a la negra hambre a la que estaban condenados siempre, luciendo sus vestiduras con tantos y dispares remiendos, que uno no lograba adivinar, cual de ellos pertenecía a la prenda original. —No podían crecer aquellos auténticos gitanos que yo he conocido nada más que en asustadizas carreras y crecidas barrigadas de frío y hambre, y algunas veces solían entrar en calor, cuando les aplicaban una supliciada albarda de vergajazos, que las autoridades les regalaban encima de sus enflaquecidos cuerpos, todo porque a lo mejor un aldeano que muy fácil fuese el mismo ladrón, daba cuenta de ellos, a las autoridades al notar que les faltaba alguna gallina, que muy fácil pudiera habérsela merendado el raposo, o ser equivocados en el trato de un jumento de los naturales, no como estos endemoniados ingenios de fierru (hierro), siendo tan entendido en estas bestias el aldeano como el gitano, y aquí si que no valía engaño, porque cada cual iba a su propia conveniencia, porque cuando un aldeano le cambiaba un burro a un gitano, es que su pollino alguna tara tenía, por esto, no he conocido nunca a un gitano que cambiase su burro con el aldeano pelo a pelo, sino que siempre le pedía encima algo, ya que estas gentes agudas y listas sabían, que la única ganancia que conseguían por lo regular en sus tratos, eran los pocos o muchos dineros que pudieran arrancarle al aldeano encima del cambio. —Poco mal podían hacer aquellas pobres y desgraciadas gentes dignas de toda compasión y lástima, y mermado mal sembraban entre las comunidades que visitaban, porque en todo tiempo vivían cultivando la más denigrante de las miserias, que por ellas se deducía el escaso timo que industriaban, pero a pesar de todo, nadie los dejaba nunca fuera de una celosa vigilancia, de lo que se saca en consecuencia que la ley en aquella difícil época estaba mucho más adelantada que hoy en día, por donde uno comprende que en nuestro país, todo ha progresado grandemente menos la asiste de la Soberana Justicia, que para castigar al pobre siempre sí está en vanguardia, pero para favorecerle siempre se encuentra de veraneo en la retaguardia del capitalista. —Y sino la prueba está bien a la vista, ya que los temidos gitanos de nuestro tiempo, no son otra cosa nada más que astutos y deshumanizados payos, que ya no llevan marcado en su rostro el ceniciento color del que navega con el hambre, sino que se pasean bien hartos y cuidados, envanecidos por su boyante posición, tanto en lo social como en lo económico, ya que gran parte de ellos, precisamente los más principales, son poseedores de una buena carrera que al final les otorgó el título con el cual se avalan en el asqueroso oficio de la explotación y el timo, que faenan a diario entre las humildes y trabajadoras gentes, bien como dirigentes de empresa, engañosos servidores de la Justicia, etc., y también estos timadores gitanos de última categoría, cuyo único representante por mí conocido es el guripa de Vulcano que ya empieza a traerme de cabeza. Pero yo te aseguro Marcelino, que si la Teresa me hace caso de lo que yo tengo barajado en mi mente, no se ha de escapar este raposo de Vulcano haciendo risa y guasa despreciativa de los honrados intereses que les roba a las personas decentes, pues en este presente acaecer se topó con un cliente, que le va hacer coscas (cosquillas) en el lugar donde no ha de nacerle la risa. —Y ahora... dime Marcelino, tu que eres un hábil veterinario en la cura y compostura de estas caballerías de hierro. ¿Cuánto puede costar arreglar esta furgoneta para que quede decentemente? —Quedose el bueno del garajista mirando unos instantes en el más completo silencio hacía el cielo, haciendo con aproximación las cuentas en su cerebro, y después dijo muy serio clavando sus inteligentes ojos encima del jumento de hierro: —Te ha de costar alrededor de unas ocho mil pesetas, tal vez sea algo más, eso depende si al desmontarla aparecen otras averías que ahora no agüeyu (no veo). Pero no pienses ni en broma que el Vulcano va hacerse cargo de esta arregladura, pues yo se que él, sabrá lavarse sus manos no queriendo pagar ni un céntimo, y es inútil que le lleves a los tribunales, ya que él es un gitano listo, que tiene buenos abogados y harán de la ley su propio juego, y estoy por apostarte que es muy capaz de timar al mismo juez en la sesión del juicio, si tiene modo de venderle uno de sus endemoniados ingenios. —Por lo que observo Marcelino, tanto tú como yo mismo coincidimos en, que la ley en nuestra Patria está al servicio del dinero, que es tanto como decir, que el que no tiene un cuarto no debe de meterse en líos por muy honrados que le parezcan, porque no ha de sacar de ellos nada más que disgustos por bien parado que salga, en fin, ya veremos haber lo que resulta de todo esto, yo ahora me voy para Oviedo, y tu no arregles este cacharro hasta que la Teresa no sostenga una conversación con el raposo del Vulcano, pues a lo mejor, este habilidoso gitano no es tan mentecato como lo hemos pintado, y puede que se compongan las cosas sin necesidad de ningún otro teatro. El garajista sonriéndose ladinamente a la vez que de mí se despedía me dijo: —¡Si tales esperanzas hacen aposento en tu imaginación, no sé lo que en verdad has aprendido tú en el mundo, tanto como por él zapatillaste, pero bueno es que sigas creyendo en la bondad de las gentes aunque tan sólo sea por breves instantes! —¡No creo yo en nada ni en nadie Marcelino, a no ser en el plato de cocido cuando tengo hambre, pero hácete buena falta a ti saber, que existe un sistema que todo el mundo receta cuando le conviene. Así por ejemplo, sabemos que Vulcano es un timador inteligente y práctico en el asunto de saber defender sus enredos e intereses, por esto se dará cuenta en el instante, de la peligrosa timadura que industrió, por tal razón procurará que no se airee su sucio negocio, para que las futuras víctimas no huyan a causa del mal olor que emana de la ladroniza industria que maneja. Por esto, muy fácil creo yo que se avenga a razones! —¡Puede que tengas razón, amigo Julio, pero yo no entraré a creer tal cosa, hasta que no lo vea con mis propios ojos! “TERESA Y VULCANO” —El lunes bien de mañana se hizo en el camino de Oviedo la envilecida Teresa, portando en su cerebro los asesoramientos que yo le había prodigado, mucho me hubiese gustado a mí entendérmelas con aquel desalmado granuja, pero como yo no había tenido tratos con él, sólo podía hacer aconsejar a la Teresa en lo que mejor pudiese. Digo que iba ésta alumbrando en sus sentidos rabiosa inquina hacía el Vulcano, pero no era la Teresa tan aunque valiente y decidida engarradietchóusa como la Manola de mi aldea, pues si así fuese, hubiese logrado más provecho que usando la política, que al fin de cuentas ésta de poco sirve cuando con ella menester es por entrambas partes defender los intereses. Llegó al fin la Teresa a la casa del Vulcano, tan dolida y gafa en su desgracia que debatíase con apremiante desatino en el atajo de prepararle un sonado escándalo, si no conseguía lo que ella consideraba justo y honrado. El caso fue que nada más que sus enrojecidos ojos encarnispados por la ira que la desacompasaba retrataron al causante de su desgracia, díjole encasquillándosele la lengua por la rabia que la dominaba: —¡Vengo a darle las gracias estafador de los infiernos por la furgoneta que me ha vendido, que tal de endemoniada se encontraba, que por eso me brindó la mayor cosecha de miedo que he tenido en toda mi existencia. Porque me he visto por unos instantes ajinetada encima de una satánica máquina, que parecíame había sido fabricada por todos los diablos del infierno juntos con el firme propósito de servirle a usted, para que por su mediación me robase mis dineros y me quitase la vida. Hay que ver la poca vergüenza que usted tiene, y la nada consideración que siente hacía las personas, para venderme un vehículo portador de la muerte, y quedarse usted tan tranquilo, como si de malo no hubiera hecho nada. —Vulcano, sin deshacer de sus labios la hipócrita sonrisa que le caracterizaba, díjole tranquilizadora y prometedoramente a la Teresa: —¡Bueno señora, no se me enfade, y céntreseme en el respeto, ya que en este civilizado lugar se consigue conmigo la razón que según me parece es lo que usted anda buscando. Y ahora cuénteme con entera tranquilidad todo cuanto le ha sucedido, que yo por adelantado le prometo arreglarle su vehículo sin cobrarle ningún dinero! —Estas palabras bien dichas y a tiempo por el ingenioso Vulcano, entrelazadas con teatrales gestos de compasión y condolencia, que con postura de consumado actor plasmaba en su rostro y movimientos aquel timador de gitano, pues como cuento, con todo este ratonil teatro logró que los encendidos ánimos de Teresa, abandonaran el envilecido aposento dónde moraban, e hicieran andadura más alegrados por el camino de la contentura, que no era otro que el haber conseguido lo que en justicia le pertenecía. Así pues ya más aplacada la encendida voz de Teresa, en el lleldar que hacía asomo en su boca una alentadora sonrisa, le dijo en el comienzo de estar de nuevo tranquila: —Tiene que perdonarme por haberle ofendido con mis insultante palabras señor Vulcano, pues yo quiero que comprenda que si usted se hallara en mi lugar, muy fácil se desarrendara como yo en tamaño desatino. Y seguidamente le explicó al Vulcano que no podía remediar que la risa aflorara con verdadera alegría, el corto y accidentado viaje que habían hecho con la furgoneta. Y al concluir la Teresa de relatarle su odisea, respondiole el Vulcano con una amabilidad,que tal parecía que alumbrábase en ser cierta: —Créame señora si le digo, que no hay sitio en mi conciencia para poder hacerle el más pequeño daño a nadie, y con toda sinceridad le prometo, que este doloroso descalabro que quizás por un error mío usted ha sufrido, yo haré que con prontitud se mude al sitio que para ambos mejor convenga. Y ahora mismo ordenaré a mis mecánicos, que sin ninguna demora vayan a recoger su vehículo a Noreña, para que le revisen y arreglen en mi garaje, que sin lugar a dudas ha de quedar mejor compuesto, y acomodárseme en un precio más justo, que si lo arreglasen en otro lugar, ya que yo no me fiaría de ningún otro garajista, supuesto que son todos tan careros como chapuceros. —Y ya no más tristezas ni penas señora, pues ninguno de estos dos sentimientos nace feliz al entendimiento, así que destierre sin demora el mal que en su espíritu se enreda, ya que muy pronto será atajado para convertirle en beneficio de su propio remedio. Y sitúese ya desde este preciso momento dentro de la placida pradera de la tranquilidad, considerando ya por adelantado solucionado a su agrado y conformidad este asunto que la atañe, y dentro de tres días puede venir a recoger su furgoneta, en la inteligencia de hallarla como si otra vez fuese hecha de nuevo. —En el día señalado por Vulcano, volví yo acompañando a Teresa a recoger su vehículo, y al lado de él como en anteriores ocasiones se encontraba Vulcano con la misma sonrisa de siempre pintada en su hocico, y frotándose sus manos como al parecer era su costumbre, dijo amablemente: —Ya tiene su vehículo compuesto señora, y muy bien ajustado que por cierto se encuentra ahora, ya que le canta su motorín, con parecido sonar al que tuvo cuando era nuevo. —Muchas gracias señor Vulcano, contestole con rapidez y alegría Teresa, lleldándose en satisfactoria dicha que retornaría a la rabia a los breves momentos. —¡No señora, no me dé usted las gracias pues para esto estamos, que no es otro menester que servir al cliente y dejarle satisfecho! —Pero ahora... y créame que lo siento con toda mi alma, tengo que comunicarle una noticia que no ha de serle en nada agradable, pero comprenda usted que por encima de todo los negocios son los negocios, y si yo no los cuido, aunque eso sí con toda honradez, creo que algún día terminaría pidiendo. —¡Dígame señor Vulcano! ¿Qué clase de contrariedad es la que me tiene que comunicar ahora? —Pregontó Teresa ya en las empinadas vías de perder de nuevo su alegría y tranquilidad, y floreciéndole en el mismo lleldar una apesadumbrada tristeza que le decía, que todo su gozo iba a ser de afechu desfechu (del todo deshecho). —Pues... verá usted señora, los mecánicos me han dicho (dio comienzo Vulcano a su charla pretendiendo muciye "ordeñarle" importancia a la cuestión), que toda la culpa de haberse estropeado la furgoneta, sólo la tiene el chofer que la conducía, que según ellos está muy deficiente en el oficio de conducir estos vehículos. Así que dentro de toda la pena que a mí me acompaña, y no crea usted que es pequeña, tengo que comunicarle que si desea llevar su vehículo, tiene que abonarme la mitad de su compostura, y si no le retira en toda esta semana del garaje, me veré obligado a cobrarle como demasía, el espacio que ocupa la furgoneta en el taller, ya que están los aparcamientos hoy día al precio que uno quiera cobrar por ellos. —Teresa tras escuchar las asquerosas e hipócritas palabras que le había sonrientemente dirigido Vulcano, comenzóle a crecer en sus entrañas la cosecha de la gafez, a parejándose en fuerza y desespero a la que ya padeciera el día que había viajado por primera vez en aquella furgoneta de todos los diablos, y conducida por este envenenador desatino, no me dejó a mí contradecirle al Vulcano la acusación que me había hecho, ya que cogiendo ella la palabra airada y medio enloquecida, hablole de la siguiente manera: —Me parece a mí condenado timador gitano de todos los infiernos, que no tiene usted de hombre, ni palabra, ni presencia, ni tampoco nada. Todo en su persona esta asquerosamente podrido, y en conjunto toda su valía como hombre, tiene menos valor para la decente Humanidad, que un repugnante pioyu (piojo), entre las uñas de una eficiente despioyadora (despiojadora). —¿Sabe usted acaso condenado ladrón y despreciable llimiagu (baboso), que destreza tiene mi chofer en este oficio para tratarle con tanto menosprecio? —¡Síii... por lo que me han dicho los mecánicos, no tiene ni idea, de lo que es manejar un vehículo! —¡Pues sepa usted asqueroso madrazas, y apestoso gusano de timador, que mi chofer, que es este muchacho que usted ve aquí, que no quiere dirigirle la palabra por no ensuciar su lengua al contacto con su mierdosa presencia, aparte de ser un conductor que en nada puede envidiar al mimísimo Fangio, es también un excelente mecánico, con ingenio suficiente de hacer que ruede un coche si preciso fuere tan sólo con la invisible fuerza que tiene el aire, y si le apuran un poco, hasta que vuele como los aviones! —¡Bueno señora, haga el favor de no ofenderme, sino quiere que llame a la autoridad para que le enseñen los modales necesarios que se necesitan para tratar con la gente. Y tenga también bien presente que yo no he ofendido a este muchacho en nada, lo que yo he dicho es que no sabe conducir como es debido un vehículo. Y no crea que me extraña, porque hoy en día, le dan el permiso de conducir a cualquiera que tenga la agudeza de entregarle solapadamente dos o tres mil pesetas al jefe de tráfico! —Y ahora ya para terminar, si no quiere pagar la compostura que se le hizo a su furgoneta, no la lleva usted de aquí bajo ningún concepto, y si cree que tiene algún derecho para formular alguna reclamación, encamínese al Seguro de la Patria Hispana, y entiéndase con ellos de la manera que mejor le cuadre, ya que esa aseguradora a mí ya me ha abonado todo el valor de la furgoneta, y a usted por si se le ha olvidado le digo, que tiene que abonar las letras de banco que ha firmado en blanco a ellos no a mí, así es que yo me lavo las manos en este asunto lo mismo que hizo el romano Pilatos en el Juicio que condenó a Cristo. —Teresa acunada por una enloquecedora rabia que la hacía temblar sacudida por los nervios emanantes de la ira, la rabia, el desprecio y el odio que sentía hacía aquel miserable, le decía mientras que yo procuraba de aquel lugar alejarla sabiendo que nada lograría resolverse: —¡Lo que tiene que lavar usted sin hacer demora es su conciencia que la tiene más negra que la boca de un sanguinario lobo, y tiene un olor más repugnante y asqueroso, que el que producen las podridas inmundicias de un apestoso estercolero. No sé como tiene valor para lucirse entre las gentes, siendo portador de ese nefastoso olor que en todo momento de usted se desprende, por el que todo el mundo puede comprender, la clase de cobardoso timador que se esconde en su enclenque cuerpo! "TERESA Y LA ASEGURADORA" —Es para mí un triste desconsuelo decir, que todo o casi todo en mi Patria lo relacionado con el comercio y otras industrias similares, es una grotesca trampa mal urdida, pero muy bien protegida por las leyes del país, que ya desde antiguo saben que todo se mueve por la fuerza de la riqueza y el poder, y entrambas cosas no están en el poder del pobre, por lo tanto este desventurado ser, por mucha razón que le acompañe siempre llevara las de perder, ¡ y sino que me lo pregunten a mí! —Así pues, que dejando la Teresa al timador de Vulcano haciendo risas y guasas de su desgracia, se dirigió con la prisa del alma que lleva caminaba el diablo, y en aquellos sus momentos tan endemoniada caminaba como el mismo satán, por mor de la condoliente desgracia que le acompañaba, al lugar donde tiene aposentadas las oficinas la Patria Hispana, y subió las escaleras de dos y sin dar ni tan siquiera cuenta, se encontró ante la presencia del señor notario, al que le explico muy desconsoladoramente el timo que en ella había realizado Vulcano, al venderle aquella furgoneta, que tenía más heridas por todas sus piezas, que el heroico Millan Astray, que fue el Fundador de la Legión Española, dónde si el Vulcano tuviese la valentía y el coraje, que por ser un despreciable cobarde le faltaba, digo que si este despreciable timador como legionario ingresase en ella, no viviría allí mucho tiempo, pues entre el “saco terrero”, y los vergajazos que los vigilantes del Pelotón de Castigo, le brindan a las gentes de su condición y calaña, terminarían con tal carroña humana en poco tiempo. —¡Hay de él si lo cogiese por su cuenta y riesgo el famoso sargento Molina, que en cierta ocasión a un legionario, por tan sólo robarle una camisa a un compañero, diole palos encima de sus costillas hasta que se le hundieron sus pecadores huesos, y después que sanó de tal descomunal paliza, colocóle encima de sus aún doloridas espaldas un saco terrero de cincuenta quilos amarrado con recias correas!, con un letrero que más o menos así decía: —¡Yo soy un ladrón, despreciadme todos por tener el oficio más asqueroso de toda la Humanidad! —Y con dos letrerinos como éste, uno en la espalda y otro en el pecho, tenía que caminar Vulcano por todas las calles de Oviedo, para que supieran toda la cuadrilla de compañeros de su calaña, que hay a fatáus (muchos) que vivían como marqueses y se las dan de personas decentes, el vergonzoso fin que tendrían si no dejaban de robar. —El tal notario que como se verá tenía las mismas nefastosas zunas de engañar a las gentes que su consorte de oficio el timador Vulcano, sonriéndose de las graciosas y muy atinadas ocurrencias de Teresa le dijo: —Tenga bien presente señora que nosotros nada tenemos que ver en este asunto, pues toda la culpa de cuanto le ha acontecido, sólo la tiene el señor Vulcano, así que si usted considera que efectivamente fue engañada como manifiesta, reclámele o denúnciele a él, y deje de molestarnos a nosotros, ya que en vez de importunarnos con esta historia sin ninguna importancia para esta sería aseguradora, mejor sintiera usted hacia nosotros un sincero y respetuoso agradecimiento que sin conocerla de nada, le hemos prestado a usted los dineros para que comprase a Vulcano ese vehículo que usted comenta, que a no ser por nuestra desinteresada y magnánima colaboración, no hubiese podido hacerlo, a no ser que se la pagase con dinero en mano. —Cuando Teresa sintió de labios del notario estas palabras le miró entre temerosa y asombrada y preguntole pensando que o había entendido mal, o desde luego se estaba volviendo loca y ya no razonaba: —¡Oígame señor! —¿Me ha dicho usted acaso que me han prestado ustedes a mí dineros sin yo saberlo? —¡Sí señora, eso mismo le he dicho, y no tiene usted de que asombrarse, ya que es una cosa común y muy corriente, nosotros simplemente le hemos abonado al señor Vulcano el valor de su furgoneta, haciendo uso de unas prestaciones modernas que dan a todo negocio un buen resultado! —Diose cuenta la Teresa por primera vez, del teje maneje nada claro que entre manos se traían el hábil timador Vulcano y la no menos honrada Aseguradora, por esto, haciendo un gran esfuerzo para remansar su alterado espíritu, le dijo al notario viviendo el mayor asombro que en toda su existencia conociera: —La verdad quisiera decir pero no sé como explicarla, porque no puedo precisar, dónde termina la mentira y comienza la verdad, porque si ésta existe, la pobre anda bien desgraciada, ya que esto que me está sucediendo a mí, que es verdad siendo mentira, paréceme a mí, que está muy fuera de toda Justicia, pero dentro de la ley que ustedes bien estudian, para robar sin el menor temor a todo pobre desgraciado. —¿Qué pretende decirme usted señora? —Preguntó el notario empezando hacer acopios de enfado. —Que si no me sucediera a mí misma, lo que con ustedes me está pasando, no creería que a nadie pudiérale acaecer tan endemoniado enredo aunque el mismo Padre Santo me jurase con la mano puesta encima de la Biblia que todo este desalmado engaño, era tan cierto como la propia Pasión del Nazareno, que el Pobre murió, para que otros listos como ustedes, hiciesen de su muerte un buen saneado negocio. —Porque tanto ustedes como éstos, tienen una forma de prestar tanto el dinero como la gloria del Cielo, que uno no se entera que la ha recibido, hasta que no le roban lo mucho o poco que posea el crédulo. —Bien comprendo ahora que hállome ahogada dentro del teatro de la discordia, y estoy enflaquecida de riquezas y seca de poderes, que el primer tejedor de la ley, fue en el mismo instante encaldador de la trampa, y en esta despreciable xaceda (cama), barajan ustedes como consumados timadores el mal que trenzada me ata. Por esto desde ahora mismo, jamás se me borrará de mi imaginación, que tanto ustedes como el zorramplón de Vulcano, son lobos de la misma camada, con diferente color, dibujadores de bien parecidos santos, pero con la misma conciencia del despreciable diablo. —Pero señora, de nuevo le vuelvo a repetir, que nada tenemos nosotros de ganancias en los tejes manejes que industria el señor Vulcano, y ahora si me quiere escuchar unos momentos, yo le explicaré con toda la claridad como funciona el honrado negocio de la Patria Hispana, para que ya de una vez y por todas, se quede convencida, y no perjudique a esta Aseguradora con su pregonar que somos tan estafadores como el señor Vulcano. Dijo el notario con seriedad y conciliadoramente. —No hace falta que desgañite su lengua en más araneras explicaciones, ya que los enredos que entrambos y dos se traen, el más fatón (tontón) de mi aldea los vería tan claros como yo los veo, si tuviese la desgracia de pasar por ellos lo mismo que yo los estoy viviendo. —Por lo que se ve, ustedes prestan dineros a quienes no saben que los han recibido, para que los timadores como el asqueroso raposo de Vulcano, hagan sus desalmados negocios y en sus ganancias tienen ustedes como compensación un rentable provecho. —Para mí el caso está tan claro, como que existe Dios y una Justicia que ninguna ley sirve con decencia, y que ustedes no respetan y tratan a la baqueta, porque no son otra cosa nada más que timadores gitanos de los tiempos modernos, que han aprendido muy bien en la universidad las leyes para después sin ninguna traba poder con satisfacción gananciosa burlarlas, aprovechándose de las enormes lagunas que en todas las leyes adolecen, dónde ustedes se refugian para efectuar los atropellos que a todas luces articuladas por la ley son legales. —El asunto es, de que Vulcano me aseguró que toda la culpa la tenían ustedes, y ustedes lavan sus sucias manos con el hipócrita de Vulcano, afirmándome que él es el único culpable, y entre dimes y diretes entrambos y dos me quieren cobrar la peseta a siete reales. Pero yo no estoy dispuesta a dejarme robar de mano de entre juntos estafadores, y por esta razón ahora mismo los voy a denunciar, haber si la ley es capaz de desenredar tanta trapecería y engaño como barajan ustedes encima de esta pobre trabajadora, que poco puede medrar si tiene que abrirse camino entre una bien organizada banda de inteligentes timadores, que ni temen a Dios ni a la ley, ni menos respetan los intereses ajenos. “TERESA Y LA POLICÍA" —Dejó Teresa al notario con su palabra bailándole en los labios y abandonó la oficina de la Patria Hispaña con tanto desprecio hacía sus representantes, como el que sentía hacía el timador Vulcano, y con este profundo y airado malestar que la embargaba, privándola de su sosiego que ya del todo nada de él quedaba, y animada siempre por su espíritu combativo, hizo su entrada en el aposento de la Policía, creyendo firmemente la pobre, que los guardias podían arreglarle en el momento aquel desaguisado que enloquecida la traía. —Dos agentes de la ley enfrascados se hallaban en la comisaría faenando por sus deberes cuando la Teresa hizo aparición ante ellos, con su rostro por completo desarmado en el descosido sufrimiento que la debatía, uno de los policías que se percató en el instante del apurante desespero que a la desventurada Teresa consumía, le dijo a la vez que se levantaba de su asiento, para rogarle gentilmente que ella se sentara, menester que no quiso hacer la Teresa porque manifestole al amable policía, que los nervios no la dejaban estarse queda, ya que entrelazábanse con tal fuerza enfurecida y desatinada en su sentimiento, que la ensenderaban en la enloquecedora postura que a todas luces enseñaba. —¡Está bien señora! Le dijo sonriéndola tranquilizadoramente el policía a la par que le rogaba, que se calmara, que se serenara, y que les contase lo que le sucedía, afirmándole que si en sus manos se encontraba el remedio, podía de antemano considerarlo satisfactoriamente resuelto. —Relató la Teresa por segunda vez en aquella trágica mañana el nefastoso timo que entre el Vulcano y la Aseguradora le habían hecho, que tal ladronizo la traían centrada, en el espineroso sufrir y parejo desarreglo. —El agente que habíala escuchado sin hacerle la más leve interrupción a su diálogo, y ayudándola con sus gestos de protección y confianza para que mejor se despachase en sus acusadores decires, cuando la Teresa terminó de contarles su desgracia, y ya teniendo creído que la policía iba a componerles las torcidas cuentas que industriaran encima de su humilde persona aquellos desalmados timadores modernos, desmoronósele en sentida desilusión tan cándida aspiración, cuando le dijo el agente compadeciéndola: —Siento mucho señora el no poder ayudarla en esta clara injusticia que estos señores le han hecho, y yo creo que de todo este sucio negocio que le han hecho, no ha de sacar usted en su provecho nada. Mi consejo es, que debe de abonarle al señor Vulcano la mitad de la arregladura del vehículo que le reclama, y no olvide nunca, y esto se lo digo yo por la mucha experiencia que en tales asuntos tengo, que todos los ricos se dan la mano, al igual que hacen todos los ladrones, ya que ellos no ignoran, que si uno de ellos se hunde, corren el peligro de ahogarse los demás por eso se protegen mutuamente, y como ellos son los que pagan y los que mandan, pues al pobre no le queda más recurso, que cerrar el pico y aguantar sin la menor protesta todo cuanto le echen. —Ahora bien, si usted no está conforme con hacer esto que le he aconsejado, entonces vaya usted a visitar a un abogado para que formule la consiguiente denuncia al juzgado, pero tenga presente, que si el juez estima que no existe tal timo, entre el juzgado y su abogado le han de cobrar más de lo que vale el vehículo, y hasta inclusive la pueden encarcelar por levantar un falso testimonio a tan respetables señores. —Teresa al escuchar estas palabras no podía a ciencia cierta pensar, que si todo aquello que le estaba sucediendo no era nada más que una endemoniada pesadilla de la cual en cualquier momento iba a despertar pudiendo recuperar en el instante su sosiego y tranquilidad, pero no, era bien cierto que estaba despierta, y que todo cuanto le estaba sucediendo era la triste, canallesca y sucia verdad que al pobre le brinda la vida, ahora se daba cuenta de que todo el entramado de la ley, no más era una vergonzosa y engañativa mentira, por esto, airada, descompuesta, envilecida y rabiosamente desatinada les dijo a los policias: —¡Díganme ustedes señores policías que misión es la que tienen que cumplir en esta mi Patria tan falta de Justicia! —¿Acaso están ustedes nada más que para perseguir y encarcelar a los pobres y desgraciadinos mineros cuando se ponen en huelga, por reclamar lo que Humanamente y en Justicia les pertenece, que no es otra cosa nada más que el fruto de su peligroso trabajo y harto enfermo, y que por hacer tal cosa ustedes les detienen, los encarcelan y les mayan (majan) a vergajazos sus cuerpos hasta arrancarles dentro de atroces sufrimientos, como hicieron una vez con mi difunto marido que a fuerza de llevar centenares de latigazos le sacaban el pellejo a tiras. Para también encarcelar a sus mujeres y cortarles el pelo al cero, como también hicieron con una vecina mía, que su pobre marido que era un santo del cielo, de resultas de una soberana paliza que le propinó la policía, dejó para siempre este podrido mundo al mismo tiempo que a su mujer cargadina de hijos la dejaba también viuda. No siendo su delito otro que haber trabajado desde su niñez en la mina, el haber querido reclamar el sudor que el patrono le robaba. ¿Ustedes que misión es la que tienen? ¡Acaso detener a los borrachos que se entarrascan (embriagan), y no porque sean beodos de profesión, sino que siendo obreros cobrando un miserable sueldo, se ven aburridos porque en sus hogares falta de todo, y entonces buscan en la bebida el olvido, porque saben que no pueden luchar contra un régimen que los oprime, con la poderosa fuerza que detrás de cada trabajador hay un policía! —Quizás hubiese seguido la enloquecida Teresa hablando largo tiempo por este camino, si uno de los policías enérgicamente no se le impusiera a la vez que amenazadoramente le decía: —¡Haga el favor señora de no dar a luz tantas insultantes tonterías, porque me parece a mi, que usted va a terminar muy mal, y tengo la impresión de que se va a quedar aquí, para ser encarcelada juzgada por ofender a la autoridad. Así que no despegue más su boca lárguese pronto antes de que me arrepienta! —No siguió hablando Teresa, no pudo seguir diciéndoles tantas cosas como ella sabía, tantas nefastosas cosas que en las cuencas mineras asturianas la policía había hecho, pero ahora lo que verdaderamente a ciencia cierta ya sabía, era que si el honrado y desventurado trabajador quería vivir con tranquilidad, debía de hacerlo siempre de rodillas. "LA TERESA Y LOS ABOGADOS" —Xebrose (marchose) la Teresa de la comisaría, y corriendo como una desesperada por las calles de Oviedo llegó hasta el Sindicato con intenciones de consultar su caso con un abogado que conocía que tenía ganada fama de ser un buen defensor del trabajador, y no un “tragón" como existen muchos en estas instituciones en otras muchas, ya que este letrado es un hombre recto (y también falangista), tan agudo e inteligente como lo fuera el propio Muñón de Diego, y por tercera vez, y comenzándole ya a enronquecérsele la voz, le relató el escabroso asunto que la traía desatinada. —El ilustre abogado del Sindicado escuchola sopesando todas sus palabras, y antes de responderle a la conclusión que había de aquel teatro sacado, le arrancó con profundidad un par de fumadas a su cigarro, y a la vez que lo estrujaba con rabia en el cenicero, dijo haciendo un marcado gesto de desprecio hacía los promotores de aquel despreciable y cobardoso timo: —¡Esto que le han hecho a usted es un timo asqueroso y despreciable, pero no se preocupe usted más, y deje ya de desesperarse, ya que toda la razón está de su parte, y a esos miserables no ha de quedarles más remedio, que componerle en condiciones las averías que tiene su furgoneta, o por lo contrario, deshacer la venta y entregarle el dinero que usted le dio como entrada! —No se puede imaginar don Pedro el bien que me hacen sus consolativas palabras, ya que he sufrido toda la mañana lo indecible en mi caminar de Herodes para Pilatos, y mis sentidos ya se me estaban avecinando con la pérdida de la razón. Y ahora pagándole lo que fuera menester, yo le ruego por la santina de Covadonga, que me ataña este asunto en el juzgado, para poder meter en el honrado riego a estos endiablados timadores. —Bien quisiera yo hacer lo que me está pidiendo, pero yo sólo puedo actuar en los menesteres que sean de tipo laboral, pero no se apene usted, porque la voy a enviar a un colega amigo mío, que sabe hilar muy derecho en estos asuntos, ya verá como le arregla esta cuestión con prontitud y a su agrado. —Más esperanzada por el motivo de las alentadoras palabras que le había dicho el abogado del Sindicato, hizo Teresa entrada en aquella su aciaga mañana en la casa del letrado a donde iba dirigida, y parecíale que su emprendedor valiente ánimo se encontraba en derechura de sosegarse, y su apagada alegría en hechura de florecer de nuevo, pues ya pensaba que su avisperoso negocio navegaba en las tranquilas aguas que le conducirían a ser resuelto en su favor. —Por esto, tras las consiguientes palabras de presentación que sostuvo con aquel nuevo abogado que visitaba, éste le mandó que se sentase, por primera vez en aquella su ajetreada mañana, acomodose en el mullido sillón la Teresa, medio rendida sofocada por la continua tensión en que había estado sometida, y el grande cansancio que sentía por tantas vueltas como había dado. Así pues empezó Teresa por cuarta vez en tan corto espacio, a poner en el oído del letrado, todo cuanto le aconteciera con el rapiegu de Vulcano, los foínus (garduños) de la Aseguradora, los llimiagus (babosos) de los policías, así como lo que hablara con el estupendo abogado del Sindicato. —No despegó su lengua aquel letrado en todo el tiempo que la Teresa invirtió en narrarle su caso, pero se observaba que hacía trabajar a su imaginación en el silencio, con las miras de encontrar en aquel entuerto el nudo dónde se encontraba atado el delito, y de cuando en cuando sacudía su cabeza y se sonreía, lo mismo que si le hiciera cierta gracia aquel descantoyamientu (descalabro), y cuando a la postre la Teresa terminó su historia, él hablando con seguridad dijo: —Está visto señora que todo este endiablado teatro que le han preparado, tiene el indecente hocico de ser un canallesco y cobardoso timo, pero no se preocupe usted ya que lleva la entera razón, y aunque la ley tiene unas lagunas abismales, no considero yo de que le puedan robar lo que es únicamente suyo. —Mire... voy ha procurar arreglarle este caso sin que usted tenga necesidad de gastar dinero, ya que por lo que observo, usted es una pobre trabajadora, y en los bolsillos de los necesitados no suelo hacer yo cobranzas de mis salarios. Verá, ahora mismo le voy a telefonear al jefe de la policía que es conocido mío, para preguntarle si este asunto se puede enjuiciar por lo criminal y elevarlo directamente ante el señor juez. —Después de conferenciar unos instantes el desinteresado abogado con el jefe de la policía, dijo con marcada satisfacción por haber hallado la solución que buscaba: —¡Bueno señora hemos tenido suerte, ya que se puede hacer lo que yo había pensado, así que vaya ahora mismo al juzgado de lo Criminal, y explíquele al señor juez todo cuanto le ha sucedido, y ya verá usted como le arregla este asunto rápidamente! “TERESA ANTE EL SEÑOR JUEZ” —En pocos minutos ganó corriendo la plaza del Ayuntamiento la esperanzada Teresa, y ágil, decidida y entusiasmada, subió con rapidez las escaleras del juzgado de primera instancia, y allí dijo que venía a visitar al señor juez, y que precisaba hacerlo sin demora, porque ya era demasiado tarde y tenía temor de no poder resolver su cuestión aquella mañana. —Uno de los chupatintas que en aquel despacho aparentemente trabajaba, si es que en verdad sabía hacer algo de provecho, dijo dirigiéndose a un compañero con marcado aire de altanería a la par que miraba a la Teresa de soslayo, como si le tomara la medida a su valía social, y de hecho ya supiera que no tenía facha ni de posición adinerada, ni de poder de ninguna clase: —¡Algunas personas cuentan que hablar con el señor juez es lo mismo que dirigirse a un verdulero, que poca preparación y cuanta ignorancia tenemos en España que hasta los mismos aldeanos que están como el mismo ganado piensan, que todos somos iguales y que un magistrado es parecido al vecino de la puerta de casa! —Pero no todos en aquella dependencia pensaban como este payaso, y como tantas y tantos payasos que pueblan arrastrándose como asquerosos reptiles, la mayor parte de las oficinas de nuestra Patria, pues una joven secretaria que allí también trabajaba, preguntole a Teresa con natural educación y pareja simpatía, el por qué precisaba ver al señor juez con tanto apremio como el que tenía, para ella comunicárselo y señalarle la visita. Y de nuevo la pobre Teresa por quinta vez tuvo necesidad de contar cuanto le había acontecido, condoliendo con su historia el ánimo de la muchacha, la cual le dijo: —¡Yo no sé señora si este caso que usted me explicó pertenece a este juzgado, bueno no obstante espere aquí un poco, que se lo voy a comunicar al señor juez haber si la puede recibir! —No debía de tener mucho trabajo en aquel tiempo de la casi finalizada mañana el señor juez, porque al corto instante sonriéndose satisfecha la buena secretaria con haber conseguido la entrevista, regresando a lado de Teresa le dijo: —Ya puede pasar usted señora, pues el señor juez la espera, hizo acto de presencia en la sala donde el repartidor de ley aguardándola estaba, y nada más que el juez la vio ante su presencia, preguntó con seriedad ajusticiadora: —¡Dígame señora! —¿Qué clase de gravedad la ha guiado ante mi presencia? —Teresa ya casi afónica del todo, y sofocada hasta lindar en el mismo ahogo, le contestó con todo el respeto y educación que poseía: —¡Perdóneme señor juez por molestarle, pero el caso es que mi abogado, me aconsejó que viniese ante su justa presencia para hacerle sabedor de la desgracia que me acompaña, que barrunto por anticipado, que ha de borrarla Su Señoría de mi triste sentimiento de un sólo plumazo! —Y seguidamente le explicó por sexta vez aquella mañana el mal que la desarrendaba, que en tan corto tiempo le había producida más sufrimiento, que los dolores que la embargaran en el haber traído al mundo tres futuros soldados para el Ejército de la Patria. —El señor juez que al parejo que la escuchaba estaba en animada conversación con unos despreciables sujetos que le acompañaban, que tuvieron la poca vergüenza de dialogar con el juez cuando la Teresa a éste hablaba, como si fuese más importante lo que trataban, que la simpleza de la pobre Teresa, que hasta aquellos momentos todavía creía en la eficiencia de la ley, cosa que a los pocos minutos despreciaría con toda su alma. Así que Teresa concluyó su narrativa sin haber sido interrumpida como al parecer tampoco escuchada, el señor juez quitándose sus lentes dijo con marcados síntomas de enojo: —¡Bueno…! ¿A mí que me cuenta usted señora? —¿Qué es lo que pretende usted...? —¿Acaso que yo ordene que le devuelvan con rapidez sus intereses que cualquiera sabe si son razonados, y que su abogado le lleve los cuartos? —Si usted en verdad quiere resolver este su asunto, haga el favor de hacer con la denuncia el debido camino, y no ensenderarse en el del atajo, y cuando el pleito llegue a mis manos, yo lo juzgare ateniéndome a las leyes, y entonces se sabrá quién es el culpable, si el denunciado ó el denunciante! —Salió Teresa del aposento del juez perdiendo ya para siempre toda creencia el la ley, que si en verdad en España algo de ella existe, cuando uno termina de dar las vueltas y revueltas que para todo proceso se necesitan, el más joven se torna viejo, y éste pasa a mejor vida. Y lo que no sabe la ley española con tanto cuento barato como se traen sus compositores que el pobre necesita presto su justicia, de lo que se saca en consecuencia que la ley, es patrimonio eminentemente propio de las clases poderosas. —Pobre Teresa, que no había tenido la suerte de toparse con un juez como el Juan Antonio de mi aldea que supo repartir la justicia entre Pascualín el de los enredos y las gafuros xabarceiras, con un juez que por experiencia sabia lo que era el trabajo, la necesidad, la justicia y la injusticia, por eso ahora Teresa caminaba con paso cansino, ya sin ninguna prisa, iba desilusionada, afligida, herida en lo más profundo de su alma, entristecida y empobrecida, observando por vez primera a un mundo que ella jamás había pensado que existía. Y así con tanta desesperación desventurada dirigíase a la casa de su abogado para contarle las enflaquecidas ganancias que sacara del repartidor de la justicia. —Y su abogado no supo decirle nada más que esto: —¡Creame señora, pues le juro que yo hice todo cuanto estaba a mi alcance por ayudarla, pero ya veo por lo que usted me cuenta que no fuimos capaces de conseguir nada, ahora no le queda más recurso que hacer esto que le digo! —¡Vaya a la casa de ese despreciable timador de Vulcano, páguele la mitad de la compostura que él le reclama por arreglarle el vehículo, de esta manera se encontrará pronto con la tranquilidad que le está haciendo falta, por otra parte ahorrará usted dinero, pues si este asunto lo llevamos hasta el final, se va a gastar usted mucho más de lo que vale el xumentu de fierru, sin tener la garantía de ganar el xuiciu, a pesar de ser usted dueña y señora de toda la verdad! —Llegó tras mucho bregar en busca de la Justicia y la razón que en aquellos tiempos no habla para los menesterosos, cuento que llegó la desdichada Teresa ante la presencia del rapiegu de Vulcanu, y cuando le empezó a hablar, lo hacía la pobre con tan afónica ronquera, que por esto el fuín de su timador sonriéndose muy satisfecho, le pregunto con marcada y despreciativa guasa. —¿Qué ye lu que l'axucéi nagora xiñora, que trái tan afogáu 'l glachu gafu ya endiañáu que nun principiu tal paicióme que querie achuquiname? —Pues me parece que viene muy mermada de voz y enflaquecida de genio. Mucho ha tenido usted que tejer y destejer, hablar, gritar, y desesperarse, para que se le hallan secado entrambas fuentes de mala leche, ya que cuando salió de aquí esta mañana después de ponerme a mi como un verdadero pingayu, todavía se le apreciaba la suficiente fuerza para poner en verdadera revolución a todas las autoridades de Oviedo, que como es muy natural la han escuchado a usted por cuento. —Pero tenga paciencia señora, que en las derrotas que hoy coseche, si sabe aprender de ellas como hicimos los demás, sacará usted las victorias de mañana, y puede que desde ahora ya jamás ponga en duda, que quienes tienen el dinero son los que mandan, y aquellos que luchan con la fuerza de la dialéctica contra el dinero, no son en verdad locos sino simplemente tontos. —Nada le contestó Teresa a los razonamientos atinados de ‘l Rapiegón del Vulcanu, sino que mirándole con endemoniado desprecio, señalada rabia y marcado odio, sacó de su bolso los dineros y al cuidado que se los ponía entre sus fuinesques manes le dijo: —Aquí tiene el importe del arreglo de mi furgonetina, y quiera el Xantiquín del Faidor que le sirva para melecinas. —Con aquella furgoneta anduvimos xabarciandu por todos los mercados de Asturias, y al final tuvimos que dejar tal oficio porque casi no ganábamos para encantexus de la dichosa furgonetina.

    Primer Diccionario Enciclopédicu de la Llingua Asturiana > xabarciar

  • 4 güelguia

    Güelguia ou huelga, significa hacer huelga en el trabajo con el fin de conseguir alguna cosa justa y honrada. —You fexe ‘n toa miou vida dous güelguies, ya vou cuntayes nagora qu’encalda nel xeitu ‘l frutu qu’afuxinéi d’eches. La primeira veiz que me punxe ‘n güelguia foi cundu les famóuxes “Campanes d’Aviles”, trabayaba you per aquel lleldar comu xefe d’equipu nunu d’aquechus inxenius dou xugábamus con la Cadarma namái qu’entrábamus per aquechus camaretus d’aire comprimíu, dou mamplenáus de veices nus explotaba lus uíus de dollor, fayéndunus sangrar como curíus achuquináus per la ñariz ya les urées de ya dandunus campaneirus mái floxacus fasta se les xebraba ‘l coñocimentu, ya tou ísti aparti del trabayu que yera pelligróuxu ya m’esforciáu, lu faíamus per un xueldu de diecisiete pesetes aparti d’una primaxa que nus apurríen cundu les paicía, pos el díe que nun llancábamus nagua ‘l manullitu de cementu ya fierru, que lu mesmu pexaba cen toneláes, ya teñíamus que llantalu fasta catar el firme per debaxu del nivel del mare, anxina yera que cundu ‘l aire se xebraba perque tou ‘l material qu’uxaben pa lleldalu namí que yera un estrampanu de comprenxores ya fierrus, cuntu que cundu ‘l aire se colaba ‘l agua entraba lluéu dientru la campaña, ya tóus noxoitres con la priexa d’un centétchu teñíamus que subir per unes escaleraxes de fierru dou nun coyía namái qu’ún, anxina yera que con la fumareda qu’encaldaba ‘l vapore del aire que nun dexa güétchar nagua, ya ‘l ruxir del agua que per tous lus lláus fondeirus del manullitu a regueiráes nus aniegaba, faíanus a tóus coyer bones esquirpiaés de miéu, pos nadie iñoraba qu’el manullitu padíe ‘sfrundixe ya dexanus a tóus estrapacháus debaxu d’él lu mesmu que se fóramus figus d’agostu. Per istu ‘l tiberiu que s’encaldaba debaxu d’aquel esguiladeiru de fierru, yera ‘l de galamiar con priexa ya esciplina pa fuyír d’aquel enfernal pelligru qu’angunus compañeirus nuexus d’oitres campanes mái esgraciaínes que les que you acaidonéi les veixe arrabucáu la vida. —Despós cundu denuéu ‘l aire golguié teñíamus que’achicar l’agua, ya lu mesmu tardabamus varius díes en llograyu, ya metantu tou ísti tempu nun cabrabanus nagua de prima, foi per ista inxusticia per la que faléi con lus dez homes que trabayaben cuaúmigu, ya llogréi ‘l miou paicer conveceyus, paque non achicáramus mái agua mentantu nun nus apurrieren la prima lu mesmu que cundu trabayábamus picachonandu la tierra. Foi ‘l casu que comu a la gora de tar paráus al lláu de la campana murandu ‘l conseguir lus nuexus honréus drechus, vienu la brigadilla de lu criminal d’avilés, ya col llátigu na mán díxunus que xinun entrábamus a trabayar nel escapi nus esfoyaben a llatigazus achindi mesmu, ya tóus conel mesmu miéu que viesen apaparáu cundu nus xebraramus de dientru, golguierun oitra veiz al trabayu xin faer gurgutu, colarun tóus foriáus de miéu d’aquecha pollicía d’achunquinus, quáchuquinar un home a llatigazus yera p’echus pequenina parva, Tan solu quedarun al lláu migu dous rapazus que viesen síu llexonarius, ya lus tres xuntus les diximus que nouxóitres nun trabayabamus metantu nun nus aprurieren la prima, e achindi mesmu lus mamfrorinacus ya fíus de paraxeta d’aquetchus megreirus de pollicies, nus fexerun conel llátigu ‘n pequenu falagáu de chombu, ya despós nus chevarun pal sou cuartel e achindi nus apurrerun durante tou ‘l tiempu de tres díes galgazáus ya inxultus de tous lus collores, xin danus lus mu chimiagus nin gateira d’agua, pos échus queríen que nuexoitres firmaramus nun séi quéi que viéxemus fechu, peru dangunu firmamus nagua, ya entóus nus arretrigarun na cárxel, ya lus poucus díes el xuez puénxunus en llibertá, peru a la mesma porta de la cárxel golguirun a prindanus lus ñegreirus pollicíes, ya chevárannus denuéu pal sou cuartel, e achindi duranti oitres tres díes nus apurrierun tocata ya tunda, ya despós de ben fartus d’inxultus ya llatigazus punxérunnus en llibertá, ya lus tres fomus denuéu a curar nuexes ferides a la “Hermaná Llexonaria” de nuexus Tercius. TRADUCCIÓN.—Yo hice en toda mi existencia dos huelgas, y les voy a contar ahora que encarta en la palabra, el fruto que he sacado de las huelgas. La primera vez que me puse en huelga, fue cuando las famosas campanas de aire comprimido con las que se hacían los cimientos de Ensidesa de Avilés. Trabajaba yo en aquel suceder como jefe de equipo de uno de aquellos ingenios donde jugábamos con la muerte nada más que entrábamos por aquellas camaretas de aire comprimido, donde muchas veces nos reventaban los oídos de dolor, haciéndonos sangrar como patos degollados por la nariz y las orejeas, y algunos otros compañeros más flojos hasta perdían el conocimiento de dolor, y todo este sufrimiento, a parte del trabajo que era de lo más peligroso y esforzado, lo hacíamos por el miserable sueldo de diecisiete pesetas por jornada de trabajo, aparte de una insignificante prima que nos deban cuando les parecía, pues el día que no plantábamos nada el enorme bloque de cemento y hierro que lo mismo pesaba cien toneladas o más, y teníamos que plantarlo escavando la tierra, arena, piedra, etc., por dentro de él, hasta encontrar el firme que estaba por debajo del nivel del mar, así era que cuando el aire comprimido se marchaba, cosa que sucedía con mucha frecuencia, ya que el material que usaban para hacerlo era un conjunto de chatarra compuesto por compresores y tuberías, digo que cuando el aire se iba, el agua entraba dentro de la campana con mucha rapidez, y todos nosotros con la prisa de una centella teníamos que subir por una escalera de hierro pegada al bloque de cemento donde tan sólo cabía uno de cada vez, así era que con la humerada que producía el vapor del aire, que no dejaba ver nada, y el ruido del agua que por todos los lados fonderos del manolito de cemento a torrentes nos ahogaba, hacíamos a todos coger grandes cantidades de miedo, pues nadie ignoraba que aquel maldito bloque podía en cualquier momento falto del sostén del aire hundirse y dejarnos a todos reventados lo mismo que los higos de agosto, cuando maduros se desprenden de la higuera y se aplastan encima de las losas del suelo. Por todo esto, la lucha que se desarrollaba debajo de aquella escalera de hierro, era la de correr con grande prisa y disciplina, para poder huir con tiempo de aquel infernal peligro, que algunos compañeros nuestros de otras campanas más desgraciadas que la que yo dirigía, les había arrancado la vida. Después cuando de nuevo el aire volvía, teníamos que achicar el agua, y lo mismo tardábamos varios días en lograrlo, y durante todo este tiempo no cobrábamos ninguna prima. Fue precisamente por esta injusticia, por la que hablé con los diez hombres que trabajaban conmigo, y logré según mi parecer convencerles, para que no achicáramos más agua mientras que no nos pagasen la prima lo mismo que cuando trabajábamos picando y sacando la tierra. Sucedió que como a la hora de estar parados al lado de nuestra campana esperando el conseguir nuestros honrados derechos vino la brigadilla de lo criminal de Avilés, y con el látigo en la mano nos dijo desafiadoramente que sino entrábamos a trabajar con rapidez, nos despellejarían a latigazos allí mismo. Y todos con el mimo miedo que hubieran cogido cuando dentro de la campana huyéramos de su peligro, volvieron otra vez al trabajo sin decir palabra se marcharon todos cagados de miedo a aquella policía asesina, que matar a un hombre a latigazos era para ellos un feliz entretenimiento. Tan sólo se quedaron a mi lado dos jóvenes de mi edad aproximada que habían sido legionarios, y los tres juntos les dijimos que nosotros no trabajaríamos hasta que no nos pagasen la prima que reclamábamos. Allí mismo, los mariconazos e hijos de puta de aquellos cobardes y asesinos policías, nos empozaron a castigar con sus látigos, y seguidamente nos llevaron para su cuartel, y allí nos martirizaron salvajemente durante el tiempo de tres días con latigazos, patadas, puñetazos, insultos y demás, teniéndonos siempre amarrados a unas prietas esposas, y sin darnos los muy babosos ni tan sólo una gota de agua, pues ellos querían por todos los medios que nosotros firmásemos no se que hubiésemos hecho. Pero ninguno de nosotros firmamos nada, y entonces nos metieron a la cárcel, pero a los pocos días el juez nos puso en libertad. Y otra vez a la misma puerta de la cárcel volvieron a detenernos los negreros y asesinos policías de nuevo llevándonos a su cuartel y durante otros tres días nos estuvieron dando paliza tras paliza, y después de bien hartos de insultos y latigazos, nos pusieron en libertad, y los tres nos marchamos de nuevo a la "Hermandad Legionaria, de Nuestros Queridos Tercios” con el triste fin de curarnos las heridas que la Cobarde y Cerda Sociedad nos había tan injustamente hecho. —Algunos años más tarde me volví a ponerme en huelga en el Pozo Minero de LLáscaras, sucedió de la siguiente manera. Entre a trabajar en aquella mina como ramplero, durante un mes trabajé a las órdenes de un picador con el ardor y la fuerza que en mi desde niño ha sido junto con la honradez, las únicas virtudes que he tenido. El picador que trabajaba a destajo por metros de carbón picado, era un astur de grande fortaleza y como unos cuarenta años de edad, sabía su oficio como grande maestro que era, la rampla era cómoda pues tendría casi dos metros de ancha, y el carbón difícil de picar pues s'eboronaba (deshacía) nada más que metía en martillo en sus negras y relucientes vetas, durante toda la jornada envuelto en un río de sudor y sin detenerme nada, me era casi imposible dar a basto el retirar el carbón que aquella máquina humana picaba, no nos cruzábamos en todo el tiempo de trabajo ni una sola palabra, el picaba como un verdadero demonio, tal parecía un coloso que se quería comer la rica veta en un sólo relevo, de vez en cuando hacía un respiro para echarse un trago de vino de la bota que tenía colgado de una mamposta, desde luego ahora que le recuerdo y le estudio con detenimiento, tengo que reconocer que era el atuñáu más grande que yo había conocido, pues jamás me brindó a que limpiara mi garganta con un paparáu de vino, después cuando postiaba también hacía este trabajo con una rapidez y precisión que impresionaba, y aquí si me decía alguna orden, pues eso eran sus palabras, ten aquí, traí pacá, pon aquí, etc. El picaba diariamente el trabajo estipulado para tres o cuatro jornadas a sueldo, el cobraba esos sueldos que destajaba en un sólo jornal, mientras que yo tenía que hacer todo ese trabajo de más por tan sólo un sueldo, el miserable xornaletu de un rampleru. Pronto empece a pensar que me estaban despiadadamente robando mi sudor, bien el picador o la empresa, yo trabajaba tres veces más no cobrando nada mis que un rancuayin xueldu. ¿Por qué me preguntaba proporcionalmente no puedo cobrar yo todo este esfuerzo de más que hago? —Algunos picadores les suelen dar a sus ayudantes si se lo merecen el día de cobro una prima de su propio bolsillo, esto era la única recompensa que le correspondía a un rampleru. Pero mi picador no me convidó ni a un triste vaso de vino. —Al día siguiente del de paga, que por cierto yo apenas ganó aquel mes ni para pagarle a mi patrona, ya estábamos trabajando los dos juntos en el tajo, él trabajaba con el mismo afán de siempre, yo paleaba el carbón con el ardor acostumbrado, pero cuando comprendí que ya había picado el carbón que correspondía a lo estipulado en una jornada normal de trabajo, yo dejé de paliar carbón y me senté tranquilamente encima de la pala, el casi inmediatamente dejó de picar y con voz bronca me dijo: ¡Venga rapaz quita este carbón que me estorba! —Yo le contesté que no rampliaba más carbón, que mi trabajo ya había terminado, que yo no estaba a destajo. —El dejó el martillo vino hacia mí con intenciones amenazadoras y me dijo que sino paleaba carbón me rompía los focicus. —Y tal cosa haría aquel animal de mi paisano, pues yo vi en su gesto endemoniado la firme idea de vapulearme a su gusto. —No me detuve en hacerle comprender nada pues yo sabía que a él no le importaban mis razones, así que me levante, así la pala con rabiosa tranquilidad y le hice comprender que estaba dispuesto a obedecerle pero de repente y con gran rapidez le ataqué con fiereza sorprendiéndole, y le aticé tres o cuatro golpetazos certeros con la pala de plano, que dieron con su grande y fuerte humanidad en el suelo, y cuando le vi vencido y sin ánimo de atacarme le dije, que yo defendía mis derechos, y que él lejos de convertirse en mi negrero, debía de comprender que lo que yo decía era justo. —Nada me respondió el muy magüetu, se levanto quejándose por los gestos que hacía, no por las palabras que no dijo ninguna, y se fue rampla abajo, al poco tiempo vino acompañado del vigilante de rampla, que se llamaba Anxelín y era sin dudarlo un astur de buena calaña, que más que reñirme tal parecía que le haba gustado lo que hubiera hecho, y después de explicarme las obligaciones que tenía un rampleru, que eran todas sin que le asistiese ningún derecho, me rogó me incorporara otra vez al trabajo, y que me dejase de aspirar a unas pretensiones que no existían. —Yo le contesté que en esas condiciones no trabajaría más y que hablaría con los demás ramplerus para que me secundaran, entonces él sin decirme más palabras me dio papeleta para la jaula y me echó de la mina. —Nada pude yo poner en claro con los demás ramplerus cuando salieron de la mina muchos de ellos hasta mirándome con desprecio de mi idea se reían. —Al día siguiente ya conforme con la mala suerte de no poder conseguir nada, ya estaba dispuesto a seguir trabajando de aquella esclavizante y dehumanizadora manera, fui a recoger mi lámpara a la lampistería para entrar a la mina, cuando le di mi número de lámpara al lampistero, este se fue a un cuarto contiguo y salió acompañado de dos guardias civiles que me detuvieron en el momento, me esposaron lo mismo que si fuese un delincuente, y en presencia de muchas mineros que ninguno les dijo nada, me llevaron para el cuartelillo que tenían en la Felguera. —Mucha suerte tuve yo aquel día, pues cuando me entraron en la oficina del cabo primero de aquel destacamento, que tenía la profesión de ser un verdadero asesino, y que fácil muy alegremente me hubiese dado más palos que los que imaginar pudiera, allí dentro estaba un oficial de la guardia civil, que había servido como alférez de milicias en mi tercio, precisamente en mi compañía que era la de deportes, nada más que me vio, rápidamente ordenó que me quitasen las esposas, y manda todos los guardias que saliesen de la oficina, después me saludó fraternal y noblemente como buen legionario, me mandó que me sentara y le explicara el delito que me traía. —Cuando le conté lo que había hecho, él metiendo la mano en su bolsillo me dio doscientas pesetas y me dijo: —Toma coge esto y vuelve ahora mismo con toda la rapidez que puedas a tu Tercio legionario sino quieres terminar de una paliza destrozado, o morirte de hambre en un presidio. —No busques en la vida civil ni libertad, ni justicia, pues estas dos preciadas joyas hace tiempo que a la Patria la han abandonado y en su lugar ha nacido una ley que sostenida por la pistola y el látigo no permite que nadie reclame sus derechos, porque todos tienen el deber de ser sumisos ciudadanos que no tienen voz ni voto porque el miedo les ha convertido en un rebaño de sumisos esclavos. —Aquel mismo día otra vez volví a viajar sin maleta ni equipaje como siempre había rodado, camino del refugio que me brindaba mi querida y noble legión, donde moraban muchos jóvenes que al igual que yo habían sido por la ley apaleados, humillados.

    Primer Diccionario Enciclopédicu de la Llingua Asturiana > güelguia

  • 5 formiga

    Formiga, hormiga. —Un díe fae ya un mamplenáu d'anus, you llindié una formiga to un díe 'nteiru. Disdi mu guaxetu xempre perdi munchu tempu n'uxervancia de les couxes ya de les criatures que you conxideraba pamindi dines de respeutu. Alcuérdume que xucedióu nun mes de Xuniu, aquecha mañán solayeira, melgueira ya cantarina de miou aldina, dunde tous lus allegres paxarinus canticaben fellices ya ñamoráus del sou vivir xantificante, xamás esborróuxe del miou penxamentu ya faticáus d'enfenites veices you envidátche per echa, ya per ístu, cheguéi a conxiderar les formigues comu les criatures mai poderóuxas del Uñiverxu enteiru. —Topéime con la formiga nun caleyón enllabanáu de la miou aldina sóu les nove la mañán, aguetchele d'enría una llábana engarradiétcha nuna chuquinante llucha escontres un guxanu que yera per lu menus cen veices más grandie qu' écha, 'l guxanu erriestrábase ya encibiétchabase sou xin mesmu, xin llograr esfaese d’aquecha formiguina que yera roxiquina lu mesmu que les panoyes, agabuxéime you ‘l lláu d’echa pa mexor agüeyala, ‘l guxanu despós de llargu tempu d’espurrixe ya encoyese, na sou llucha escontres de la formiga, pos manque oitres formigues queríen apurríye gavita a la sou hermena, you nun lu premiti, ya tou vichu viviente que s’arimare ‘l lláu de la formiguina l’estrapayaba escontres el xuelu. Falu qu’el guxanu ya canxéu, quedóuxe un poucu amormullecíu, ya entóus la formiguina dexóu d’acanilar per él, xebróuxe del sou lláu espatuxandu con la rapidez d’una centecha comu dous cuartes en derredor del guxanu, despós puénxuse espurría d’enría les sous pates traxeires y’afilandu les sous antenes con muncha rapidez comu xin quixés glamiar gavita, ya despós con la priexa d’un rellámpagu, golguióu oitra veíz acanilar pel guxanu nel mesmu xeitu qu’endenantes lu fixera, ísti ‘l probe golguióu espurrixe ya encoyese, enriestrase ya encibiétchase sou xigu mesmu fasta que denuéu quedóu oitra veíz amormollecíu, entóus la formiguina golgú faer lu mesmu qu’endenantes fixera, peru nisti cheldar la distancia que recorrióu fói ‘l doble que la primeria, e anxina féxulu oitre fatáu de veices, fasta qu’a la postri quedóu ‘l guxanu morríu d’afechu, entóus la formiguina comencipióu arrastrar el guxanu xin dirección fixa, lu mesmu p’un lláu que p’oitre, xin faer pouxa na sou brexa, ya cundu dexaba ‘l sou enlloquecíu trabayu d’arrastriar aquel guxanu que pesaría cen veices mái qu’écha, espatuxaba con galamiades más llargues cuaxi xempre ‘n rondalada del guxanu qu’achegaben fasta dous metrus ya mái de llexura, ya xempre fayendu afiladura con les sous antenes, pa nescape golguer al lláu del guxanu ya con la mesma fuercia de xempre l’arrastriaba d’un lláu p’itre ya tal me paicía amindi que caveíz lu chevaba con mái llixereza, quiciavis qu’axindi fora per mor que la callor enxugara la sustancia del guxanu, ‘l casu fói, que’achegóu l’atapecer del díe, ya xebréime you del lláu de la formiga pa la miou teixá, ya en tou ‘l tempu que l’uxervéi, nun paróu de galamiar ya trabayar, nin tan xiquiés el tempu d’un pistañéu. Aquecha formiguina galamióu en tou ‘l díe mái d’un quillómetru de distancia y’arrastrióu aquel guxanu per lu menus cen metrus. Xin nagora faemus comparancies, ente la formiga ya ‘l Home, conxiderandu a ísti cen millones de veices mái grandie que la formiga, pos tendría que llevantar un pexu de ochu mil quilus, ya carrapotialu xin pouxa nin xenaldu dez millones de quillómetrus, nel mesmu tempu qu’espatuxara galamiandu cen millones de quillómetrus mái. Anxina you penxu, qu’el mundiu de la formiga ye inxeniu que’el home tavía nun escubrióu, pos you cuntu, qu’una criatura que mora ‘l lláu nuexu, que ye capaz de faer tal trabayu ya galamiada nuna sorná de sou vida, ye dalgu qu’ el Home ten qu’escubrir con priexa, se quier dalgún díe faer él lu mesmu que la formiga, ya nun sólu nel sou trabayu ya poder, senún nel vivir felliz sou enfinita vida. TRADUCCIÓN.—Un día hace ya muchos años, yo vigilé y cuidé una hormiga todo aquel día entero. Desde muy niño siempre he perdido mucho tiempo, observando las cosas y las criaturas, que yo consideré según mi parecer dignas del más alto respeto. Me recuerdo que sucedió en un mes de Junio, aquella mañana solariega, dulce y cantarina de mi aldea, donde todos los alegres pajarinos cantaban felices y enamorados, su placenteroso vivir santificante. Jamás se borró de mi cerebro, y muchas, infinitas veces, yo he pensado en ella, y por esto, llegué a considerar las hormigas, como las criaturas más poderosas del Universo entero. —Aquel lejano día, yo me encontré con la hormiga en un callejón enlosado de mi aldea, serían las nueve de la mañana cuando la vi encima de una losa peleándose dentro de asesinante lucha, contra un gusano, que era por lo menos cien veces más grande que ella. El gusano se enroscaba, se doblaba y se retorcía sobre si mismo, sin lograr deshacerse de aquella hormiga, que era rubia lo mismo que las mazorcas, yo me agaché al lado de ella para mejor repararla, y vi como el gusano después de largo tiempo de estirarse y encogerse, de luchar ardorosamente en contra de la hormiga, pues aunque otras hormigas querían prestarle ayuda a su hermana, yo no permití, que ningún bicho viviente se arrimase a ella. Digo, que el gusano ya cansado, se quedó un poco adormecido y entonces la hormiga dejó de a colmillar por él, alejándose de su lado, corriendo a la velocidad de una centella, como dos cuartas alrededor del gusano, después se puso estirada encima de sus traseras partes, a la vez que afilaba sus antenas con grande rapidez, como si pretendiese pedir ayuda o comunicación con sus compañeras, y después con la prisa de un relámpago, volvió otra vez a morder el gusano, en el mismo lugar que antes lo hubiera hecho, éste, el pobre, volvió a estirarse y encogerse, a enroscarse y retorcerse consigo mismo, hasta que de nuevo quedó otra vez adormecido por el descomunal esfuerzo que en su defensa hacía, entonces la hormiguita volvió hacer lo mismo que antes hiciera, pero en este suceder la distancia que recorrió fue el doble que la primera y así lo hizo otras muchas veces hasta que a la postre quedo el gusano del todo muerto, entonces la hormiga comenzó a arrastrarle, según mi parecer sin dirección ni rumbo determinado lo mismo le arrastraba para un lado que para el otro, sin hacer la más mínima parada en su endemoniada brega, y cuando cesaba en su ardoroso y enloquecedor trabajo de arrastrar aquel gusano que pesaría cien veces más que ella, hacía meteóricas carreras cada vez más largas, casi siempre en círculo alrededor del gusano, que eran hasta más de dos metros de distancia y a veces hasta ocho o diez y siempre moviendo y afilando sus antenas, para de nuevo volver al lado del gusano, y siempre con la misma fuerza y ardoroso entusiasmo le arrastraba de un lado para otro, y tal parecía que cada vez le llevaba con más ligereza, y tal vez fuera por la causa del calor, que secaba la sustancia del gusano. El caso fue, que llegó la oscurecida del día, y fue entonces cuando me alejé del lado de la hormiga y me marché para mi casa, y en todo el tiempo que la vigilé y observé, que fueron más de doce horas, no paró de correr y de trabajar ni tan siquiera el tiempo de un pestañeo. —Aquella pequeña hormiga recorrió en todo el día mas de un kilómetro de distancia, y arrastró aquel gusano por lo menos cien metros, si ahora hacemos comparanzas, entre la humilde hormiga y el soberbio Hombre, considerando a éste cien millones de veces más grande que la hormiga, pues tendría que levantar un peso de ocho mil quilos, y llevarlo sin parada ni descanso diez millones de kilómetros, en el mismo tiempo que tendría que recorrer cien millones de kilómetros más. Por éstos razonamientos yo pienso, que el mundo de la hormiga es un ingenioso misterio, que el Hombre todavía no descubrió y yo pienso que una criatura que vive al lado nuestro, que es capaz de hacer tal trabajo y recorrer tal distancia en una sola jornada de su vida, es algo de lo más poderoso que el Hombre tiene que descubrir con grande prisa, si quiere algún día poder hacer lo mismo que hace la hormiga y no sólo en el trabajo y en el poder, sino en el vivir feliz su infinita vida.

    Primer Diccionario Enciclopédicu de la Llingua Asturiana > formiga

  • 6 than

    ðən, ðæn
    conjunction, preposition
    (a word used in comparisons: It is easier than I thought; I sing better than he does; He sings better than me.) que; de lo que
    than conj
    1. que
    2. de
    tr[ðæn, ʊnstressed ðən]
    1 que
    than ['ðæn] conj
    : que, de
    it's worth more than that: vale más que eso
    more than you think: más de lo que piensas
    than prep
    : que, de
    you're better than he is: eres mejor que él
    more than once: más de una vez
    adv.
    que adv.
    conj.
    que conj.
    prep.
    de prep.

    I ðæn, weak form ðən
    a) ( in comparisons) que; ( with quantity) de

    more/less than we had asked for — más/menos de lo que habíamos pedido

    c) (except, besides) que
    d) ( when) cuando

    no sooner had I sat down than the bell rang — apenas me había sentado cuando sonó el timbre, en cuanto me senté sonó el timbre


    II

    more than £200/20 days — más de 200 libras/20 días

    [ðæn]
    CONJ

    more/less than 90 — más/menos de 90

    * * *

    I [ðæn], weak form [ðən]
    a) ( in comparisons) que; ( with quantity) de

    more/less than we had asked for — más/menos de lo que habíamos pedido

    c) (except, besides) que
    d) ( when) cuando

    no sooner had I sat down than the bell rang — apenas me había sentado cuando sonó el timbre, en cuanto me senté sonó el timbre


    II

    more than £200/20 days — más de 200 libras/20 días

    English-spanish dictionary > than

  • 7 atarabazar

    Atarabazar es cuando las leches se cuajan, pero no precisamente la leche entera, quiero decir, la leche que no ha sido privada de sus natas o grasas, ya que cuando esto sucede, se denomina lleichi cuátcha (leche cuajada). Pero se llama tarabazá a la leche que con anterioridad ha sido mazá (batida), con el fin de extraerle la manteca. Para mazar el lleiche (sacarle la manteca a la leche), en los tiempos d'endenantes se hacía por medio de dos procedimientos en mis aldeas. Uno era usando las caramañolas ou camtimples (lecheras) y el otro el más ancestral, dentro de unos odres hechos con el pelleyu (pellejo) de corderos o cabritos, denominados butiétchus, donde se introducía la leche dentro de ellos, se hinchaban de aire y luego se movía el butiétchu siempre en la misma dirección hasta que se le arrancaba la manteca a la leche. Más tarde esa leche mazá escosá de manteiga cundu chegaba ‘l cuátchu yera cundu se nomaba chétche tarabazá. (Batida y limpia de manteca, cuando llegaba a cuajar se le llamaba leche tarabazá). Esta leche tarabazá al decir de las gentes más antiguas de mis aldeas, que todas tenían algo de médicos, por ser éstos tan escasos e inalcanzables, cuento que decían mis gentes que la leche tarabazá era la bebida más sana y refrescante, capaz de curar por sí sola, tous lus amolexíus del ventrún ya 'l estómadu. (Todos los males del vientre y el estómago). Esta palabra me da pie para contarles muy someramente lo que hizo un tío mío, hermano de mi madre, una mañana que apremiado por su esposa, mazaba sudorosamente un butiétchu de leche. Llamábase mi tío que ya en la paz del Hacedor descansa, Manuel el Indiano, y a pesar de ser del todo analfabeto, sabía más letra que el propio Cervantes, y era más agudo que el panzudo Sancho. Más de catorce años había estado en La Argentina, y al fin como todo buen asturiano retornó a su querida aldea, cuando yo aun todavía no había nacido. Pero según mi madre, hizo mi tío la entrada triunfal en la aldeina dándoselas de indiano rico, y al parecer según se descubrió más tarde, no traía en su poder nada más que una pequeña cantidad de dinero que le había dado otro tío mío también hermano de mi madre, que éste sí que había hecho una caudalosa fortuna, criando ganado en un extenso rancho, que al decir de mi tío Manuel, era más grande que todo nuestro concejo junto. Rondaba los cuarenta años cuando mi tío, portando dos enormes maletas, una sonrisa amplia y prometedora, que no la haría por el bien que le habían rodado sus asuntos, sino tal vez por enseñar a propios y extraños, su fuerte y hermosa dentadura, donde se enseñoreaban una docena de relucientes dientes de oro que unido a su enorme reloj y su gruesa cadena de oro, le avalaban como indiano bétchau de cuartus. (Rico de dineros). Muy posible mi tío, deduzco yo ahora, al comprender que en las américas no podía, o no sabía hacer la riqueza que había con tanto ahínco buscado, maduró en aquellas lejanas tierras la inteligente idea, de lograr conquistar en sus aldeas, alguna moza heredera de rica casería. Así pues, según mi madre, mi tío se paseaba y pavoneaba por toda la comarca, luciendo estupendos trajes de corte y moda muy americanos, a la par que hacía entrever con mucho disimulo, que poseía negocios en La Argentina, donde retornaría nada más que encontrase una linda muchacha que fuera de su agrado, para convertirla sin pérdida de tiempo en su esposa. Y como diñéiru chama 'l diñeiru (dinero llama al dinero) pronto mi tío lograba casarse con la moza más rica de la aldea, que era tal riqueza en aquellos tiempos, prados, tierras y ganados, cosas que hoy se encuentran en mis aldeas abandonados. Una vez casado el bueno de mi tío, volvía a inventarse otra historia, que era que la revolución que por aquella época se había formado en La Argentina, se apropiara de sus negocios y le habían dejado completamente sin nada. A partir de aquí poco a poco su esposa ayudaba abiertamente por su suegro que se veía en lenguas mofosas de las gentes y se consideraba que también había sido engañado, digo que entre hija y padre le fueron sometiendo y dominando, y aunque mi tío en principio intentó imponerse y hacer valer su papel de marido, de nada le sirvió, y tuvo que someterse a la tiranía continua a que le sometían su mujer y suegro, sino quería perder lo que tan hábilmente había cazado. Extenderme más en cosas de mi tío, seria fomentar una larga historia que no cuadra en este libro que ha nacido para diccionario, por eso retornaré a la mañana por mi presenciada, en que el bueno de mi tío mazaba la leche sudoroso y desesperado, atacado en todo instante por la continua riña de su esposa, que con la chingüa mexoriaba per él, lu mesmu que se fora un enllordiáu fatu. (Que con la lengua le hacía mucho daño al tratarle como si fuese un verdadero pingajo). Aquel día era lunes, y por lo tanto habla mercado como todas las semanas en la capital del concejo, a donde todas las aldeanas bajaban a vender los huevos, la manteca, los cuayaus (cuajados), etc., etc., y mercar a la vez los enreus (cosas) que se necesitaban para toda la semana. Ya era tarde y mi tía necesitaba aquella última manteca que mi tío con tanto trabajo estaba mazando, y como tardaba según mi tía más de la cuenta, empezó a insultarle de esta manera: —Entaina Manolu, ya deíxate de carpir, ya amazuca la lleiche con más priexa, perque paeme a mín que yes más ñatiu qu'un neniquín d'entamu. (Apúrate Manolo, déjate de protestar, de suspirar, de quejarte, y bate la leche con más prisa, porque me parece a mí, que eres más inútil que un niño de pecho). Nada le respondió mi tío, aunque seguía haciendo su trabajo maldiciendo y murmarando palabras que no entendía, pero otra vez volvió su esposa a la carga diciéndole: —Nun se xempre lu dixe you, que nun tenes llixa namái que pa xurniar trés el fuéu estingarraún nel escanu, ya p'encalducar mamplenáus de puches ya gavitus. (No si siempre lo he dicho yo, que no tienes fuerza, alma, etc., nada más que para estar dormitando detrás del fuego acostado en el escaño, y para hacer muchos razonamientos, protestas y cuentos sin ningún valor). Mi tío no le respondía a sus insultos y el pobre seguía mazando la leche sin detenerse, y de vez en cuando le daba pequeños golpecitos al butiétchu (odre) mirándole al trasluz, para comprobar si ya estaba la manteca hecha. Otra goxada (cesta grande) de ofensivos insultos le lanzó mi tía de esta forma en el parejo que se estaba atando el moño:—Non pos comu nun me faigas la mazaura lluéu, xúrutelu pe lu más xagráu qu'ista semana vas fumaretiar pel ráu del bracu, perque nun tenu treti 'l tabacu de la Villa axín nus esmuelguemus a tochazus. (No pues como no me hagas la manteca luego, te lo juro por lo más sagrado que toda esta semana vas a fumar por el rabo del cerdo, porque no he de traerte el tabaco de la Villa así nos degollemos a palos). —Quiero destacar, que si algún vicio desencaldaba (desarmaba) a mi tío, era precisamente el de ser un fumador empedernido, ya que yo le he visto en muchas ocasiones fumar hasta las hojas de los artos y de las patatas, pues él afirmaba, que tales hojas bien mauras y'enxuchinas (bien maduras y muy secas), tenían un ligero parecido con el tabaco. Por tal razón, cuando escuchó a su esposa amenazarle con que no le iba traer el tabaco para la semana, se sulfuró de tal modo y manera, que cesando de mazar, se levantó airado de encima del garbetu (tronco nudoso de madera donde se suele partir la leña) donde en la caleya 'l lláu de sou teixá taba xentáu mazuchandu (en la calleja al lado de su casa estaba sentado haciendo la manteca) y dirigiéndose endemoniadamente rabioso hacia su mujer con el butiétchu (odre) entre sus manos, que tendría dentro de él sobre unos diez litros de leche, digo, que levantando con enloquecida fuerza el odre con entrambas manos en el alto, se lo estrapachóu (reventó) en medio de la cabeza, poniéndola toda enllordá ya pingandu de lleiche (sucia y mojada de leche), en el parexu lleldar que che falaba. (En el parejo hacer que le decía): ¡El pior ya más rencuayu ñegociu que fexe 'n miou vida, fó 'l xunetame cuatigu nisti fedientu caxoriu que m'aconsexu 'l diañu, paraxona mútcher con chingua tan enllordiá comu la troya de gochu, fiona del útre tou pá, qu’el Llucifer tara nus enfernus amagostandoi lus prietus fégadus que teñía. Cámbiate de fatucus agora mesmu ya cola con la manteiga ya lus güevus pal merquéu, senún quiés que acuétcha la maniega con tous echus, ya faígate una tortítcha con tous xuntus en metá la mochera de choba que tenes, ya senún me trás el tabacu pa casa nun tomes, perque se lu fás ya nun me trás el tabacu, ten prexente que vas adepriender per primeira vez, quién ye Manuel el lndianu! (El peor y más ruin negocio que hice en toda mi vida, fue el haberme unido contigo en este hediondo casorio que me ha aconsejado el demonio, enredadora y mala mujer, con la lengua más sucia que la porquería del cerdo, hija del buitre de tu padre, que Lucifer estará en los infiernos quemándole los negros hígados que tenía. Múdate las ropas ahora mismo y márchate con la manteca y los huevos para el mercado, sino quieres que coja la cesta con todos ellos y te haga una tortilla estrapallándutelus d'enría la mótcheira de llobona que tenes. (Rompiéndotelos encima de la cabeza de loba que tienes). Y sino me traes el tabaco para casa no me tornes, porque si vienes sin él, ten presente que por primera vez vas a saber quién es Manuel el Indiano.

    Primer Diccionario Enciclopédicu de la Llingua Asturiana > atarabazar

  • 8 alone

    ə'ləun
    1) (with no-one else; by oneself: He lived alone; She is alone in believing that he is innocent.) solo
    2) (only: He alone can remember.) sólo, solamente
    alone1 adj solo
    alone2 adv sólo / solamente
    the shirt alone costs £40 sólo la camisa cuesta 40 libras
    tr[ə'ləʊn]
    1 (unaccompanied) solo,-a
    1 (only) sólo, solamente
    \
    SMALLIDIOMATIC EXPRESSION/SMALL
    let alone y mucho menos
    he can't boil an egg, let alone make an omelette no sabe cocer un huevo, y mucho menos hacer una tortilla
    to be alone in «+ ger» ser el/la único,-a que + verbo
    to be alone with somebody estar a solas con alguien
    to go it alone ir por libre
    to leave somebody alone dejar a alguien en paz, dejar tranquilo,-a a alguien
    alone [ə'lo:n] adv
    : sólo, solamente, únicamente
    alone adj
    : solo
    they're alone in the house: están solos en la casa
    adj.
    huérfano, -a adj.
    solo, -a adj.
    único, -a adj.
    adv.
    aisladamente adv.
    solamente adv.

    I ə'ləʊn
    a) ( without others) solo
    b)

    to leave something/somebody alone — dejar algo/a alguien en paz

    to leave o let well (enough) alone: I'd leave well alone if I were you — yo que tú no me metería (en camisa de once varas)

    c)

    let alone: I can't afford beer, let alone champagne no puedo comprar ni cerveza, para qué hablar de champán; she can't sew a button on, let alone make a dress — no sabe ni pegar un botón menos aún hacer un vestido

    d) ( unique)

    to be alone in -ing: am I alone in finding the novel a bore? — ¿soy la única que encuentra la novela aburrida?


    II
    a) ( without others) solo

    to go it alone: he decided to go it alone — decidió establecerse/hacerlo por su cuenta

    c) ( without addition) sólo

    their kitchen alone is bigger than my apartmentya sólo la cocina or (AmL) la cocina nomás es más grande que todo mi apartamento

    [ǝ'lǝʊn]
    1. ADJ
    1) (=by oneself) solo

    to be aloneestar solo or a solas

    all alone — (completamente) solo

    I feel so alone — me siento tan sola

    am I alone in thinking so? — ¿soy yo el único que lo cree?

    they are not alone in their belief — no son los únicos que lo creen, no son ellos solos los que lo creen

    to leave sb alone — dejar solo a algn

    I was alone with my thoughts — estaba a solas con mis pensamientos

    2) (=undisturbed)
    a)

    to leave or let sb alone — dejar a algn en paz

    leave or let me alone! — ¡déjame en paz!, ¡déjame estar! (LAm)

    b)

    to leave or let sth alone — no tocar algo

    leave or let it alone! — ¡déjalo!, ¡no lo toques!

    why can't he leave or let things alone? — (fig) ¿por qué no puede dejar las cosas como están?

    to leave or let well alone, you'd better leave or let well alone — mejor no te metas en ese asunto

    don't interfere, just leave or let well alone — no te entrometas, déjalo estar

    the article doesn't look bad as it is, I would leave or let well alone — el artículo no está mal tal y como está, yo no lo tocaría

    let alone, I wouldn't allow her to go with her sister, let alone by herself — no la dejaría ir con su hermana, y aún menos sola

    he can't read, let alone write — no sabe leer y aún menos escribir

    he can't change a light bulb, let alone rewire the house! — no puede ni cambiar una bombilla, ¿cómo va a renovar toda la instalación eléctrica de la casa?

    2.
    ADV solamente, solo, sólo
    In the past the standard spelling for solo as an adverb was with an accent (sólo). Nowadays the Real Academia Española advises that the accented form is only required where there might otherwise be confusion with the adjective solo.

    you and you alone can make that decisiontú y solamente or solo tú puedes tomar esa decisión, eres el único que puede tomar esa decisión

    the travel alone cost £600 — solamente or solo el viaje costó 600 libras

    she spends more money on hats alone than I do on my entire wardrobe — solo en sombreros se gasta más de lo que yo gasto en ropa, se gasta más en sombreros nomás que lo que yo gasto en toda mi ropa (LAm)

    she decided to go it alone *(=do it unaided) decidió hacerlo sola, decidió hacerlo por su cuenta; (=start a company) decidió establecerse por su cuenta

    the US is prepared to go it alone as the only nation not to sign the treaty — EEUU está dispuesto a quedarse solo siendo el único país que no firme el tratado

    * * *

    I [ə'ləʊn]
    a) ( without others) solo
    b)

    to leave something/somebody alone — dejar algo/a alguien en paz

    to leave o let well (enough) alone: I'd leave well alone if I were you — yo que tú no me metería (en camisa de once varas)

    c)

    let alone: I can't afford beer, let alone champagne no puedo comprar ni cerveza, para qué hablar de champán; she can't sew a button on, let alone make a dress — no sabe ni pegar un botón menos aún hacer un vestido

    d) ( unique)

    to be alone in -ing: am I alone in finding the novel a bore? — ¿soy la única que encuentra la novela aburrida?


    II
    a) ( without others) solo

    to go it alone: he decided to go it alone — decidió establecerse/hacerlo por su cuenta

    c) ( without addition) sólo

    their kitchen alone is bigger than my apartmentya sólo la cocina or (AmL) la cocina nomás es más grande que todo mi apartamento

    English-spanish dictionary > alone

  • 9 no

    nəu
    1. adjective
    1) (not any: We have no food; No other person could have done it.) ninguno
    2) (not allowed: No smoking.) prohibido
    3) (not a: He is no friend of mine; This will be no easy task.) ningún

    2. adverb
    (not (any): He is no better at golf than swimming; He went as far as the shop and no further.) no

    3. interjection
    (a word used for denying, disagreeing, refusing etc: `Do you like travelling?' `No, (I don't).'; No, I don't agree; `Will you help me?' `No, I won't.') no

    4. noun plural
    ( noes)
    1) (a refusal: She answered with a definite no.) no
    2) (a vote against something: The noes have won.) no

    5. noun
    (a very unimportant person: She's just a nobody.)
    - there's no saying
    - knowing

    no1 adj ninguno
    no2 adv no
    is it raining? No, it's snowing ¿llueve? No, nieva

    Multiple Entries: NO     no
    NO (
    noroeste) NW

    no adverbio
    a) ( como respuesta) no;
    (modificando adverbios, oraciones, verbos) not la negación de la mayoría de los verbos ingleses requiere el uso del auxiliar `do'
    ¿te gustó? — no did you like it? — no, I didn't;
    ¿vienes o no? are you coming or not?; no te preocupes don't worry; ¿por qué no quieres ir? — porque no why don't you want to go?I just don't
    no veo nada I can't see a thing o anything;
    no viene nunca she never comes
    está mejor ¿no? she's better, isn't she?;
    ha dimitido ¿no? he has resigned, hasn't he?
    se ganó la lotería — ¡no! he won the lottery — he didn't! o no!
    ¿te gustó? a mí no did you like it? I didn't
    f) (delante de n, adj, pp):
    la no violencia non-violence; un hijo no deseado an unwanted child ■ sustantivo masculino (pl
    noes) no

    no
    I adverbio
    1 (como respuesta) no: ¿quieres un poco?, - no, gracias, would you like a bit?, - no, thanks
    2 (en frases negativas) not: aún no está dormido, he isn't asleep yet
    hoy no es jueves, today isn't Thursday
    no, no iré, no, I will not go
    no tengo hambre, I am not hungry
    ¿por qué no?, why not?
    ya no fuma, she doesn't smoke any more
    3 (antepuesto a un nombre) la no colaboración se penalizará, non-collaboration will be penalized
    4 (con otros negativos) no diré nada, I won't say a single word
    no lo haré jamás, I'll never do it
    no sin antes..., not without first...
    5 (en advertencia, cartel) no fumar, no smoking
    6 (en preguntas retóricas o de confirmación) está enfadado, ¿no es así?, he is angry, isn't he?
    estoy guapa, ¿o no?, I'm smart, aren't I?
    firmarás el contrato, ¿no?, you'll sign the contract, won't you?
    ¿no nos presentaron el otro día?, weren't we introduced the other day?
    7 (para expresar un temor) llévate el paraguas, no sea que llueva, take your umbrella in case it rains
    II sustantivo masculino no: ¿es un no definitivo?, is that a definite no? 'no' also found in these entries: Spanish: A - abandonar - abandonada - abandonado - abandonarse - abarcar - abarrotada - abarrotado - abasto - abatir - abatimiento - abonarse - abortar - abrir - abreviar - abrigar - absoluta - absolutamente - absoluto - abstraerse - abuela - abundar - aburrida - aburrido - abusar - acabar - acallar - acalorarse - acariciar - acaso - accesoria - accesorio - aceptar - acertada - acertado - achacar - achantarse - aclararse - aconsejar - actuación - actual - acudir - adelantar - adelante - adentro - adivinar - admitir - adónde - adorno - advertir English: abide - ablaze - able - about - absence - absent - accepted - accommodate - account - accountable - accustom - act on - action - actual - actually - add up - adequately - adjust - admit - admittance - advertise - advise - affair - afford - afraid - agree - agreement - albeit - alike - alive - all - alone - aloud - also - alternative - altogether - always - ambit - amiss - amusing - anathema - and - answer - answer back - antisexist - any - anybody - anything - anywhere - apart
    No
    tr['nʌmbəSMALLr/SMALL] (Also written no; pl Nos, nos)
    1 ( number) número; (abbreviation) nº, núm.
    no ['no:] adv
    : no
    are you leaving?-no: ¿te vas?-no
    no less than: no menos de
    to say no: decir que no
    like it or no: quieras o no quieras
    no adj
    1) : ninguno
    it's no trouble: no es ningún problema
    she has no money: no tiene dinero
    we'll be there in no time: llegamos dentro de poco, no tardamos nada
    he's no liar: no es mentiroso
    no n, pl noes or nos ['no:z]
    1) denial: no m
    I won't take no for an answer: no aceptaré un no por respuesta
    2) : vota f en contra
    the noes have it: se ha rechazado la moción
    no
    adj.
    ninguno, -a adj.
    adv.
    no adv.
    n.
    no s.m.
    voto negativo s.m.

    I nəʊ
    1)
    a) (+ pl n)
    b) (+ uncount n)

    how can we cook with no electricity? — ¿cómo vamos a cocinar sin electricidad?

    c) (+ sing count n)

    I'm no expert, but... — no soy ningún experto, pero...

    3)
    a) (prohibiting, demanding)

    II
    adverb (before adj or adv)

    I no longer work for them — ya no trabajo para ellos, no trabajo más para ellos


    III

    to say no — decir* que no

    no, thank you — no, gracias

    have you seen John? - no, I haven't — ¿has visto a John? - no

    oh no, you don't! — eso sí que no!

    oh no, not again! — ay no, otra vez!


    IV
    noun (pl noes)
    a) ( negative answer) no m
    b) ( vote) voto m en contra

    V
    (pl nos) (= number) no, No

    phone no 34682 — (no de) Tel.: 34682

    [nǝʊ]
    1. ADV
    1) (answer) no
    2. ADJ
    1) (=not any) ningún

    I have no money/furniture etc — no tengo dinero/muebles etc

    no admittance, no entry — se prohíbe la entrada

    "no parking" — "no aparcar", "no estacionarse" (esp LAm)

    it's no goodes inútil

    details of little or no interestdetalles mpl sin interés

    there is no coffee leftno queda café

    we'll be there in no time — llegamos en un dos por tres, no tardamos nada

    it's no troubleno es molestia

    no two of them are alike — no hay dos iguales

    it's no usees inútil

    2) (=quite other than)

    he's no film star! that's the man who lives at number 54 — ¡ese no es una or no es ninguna estrella de cine! es el señor que vive en el número 54

    he's no fool — no es tonto, ni mucho menos, no es ningún tonto

    he's no friend of mine — no es precisamente amigo mío

    3) (=no way of)

    there's no denying it — es imposible negarlo

    there's no getting out of it — no hay posibilidad de evitarlo

    there's no pleasing him — es imposible contentarle; see doubt 1.; see end 1., 2); see joke 1.

    4)

    no place * adv= nowhere

    3. N
    (pl noes)
    1) (=refusal) no m
    2) (Pol) voto m en contra
    4.
    CPD

    no entry sign N(=traffic sign) señal f de prohibido el paso; (on gate, door) cartel m de "prohibido el paso"

    no throw N — (Sport) lanzamiento m nulo

    * * *

    I [nəʊ]
    1)
    a) (+ pl n)
    b) (+ uncount n)

    how can we cook with no electricity? — ¿cómo vamos a cocinar sin electricidad?

    c) (+ sing count n)

    I'm no expert, but... — no soy ningún experto, pero...

    3)
    a) (prohibiting, demanding)

    II
    adverb (before adj or adv)

    I no longer work for them — ya no trabajo para ellos, no trabajo más para ellos


    III

    to say no — decir* que no

    no, thank you — no, gracias

    have you seen John? - no, I haven't — ¿has visto a John? - no

    oh no, you don't! — eso sí que no!

    oh no, not again! — ay no, otra vez!


    IV
    noun (pl noes)
    a) ( negative answer) no m
    b) ( vote) voto m en contra

    V
    (pl nos) (= number) no, No

    phone no 34682 — (no de) Tel.: 34682

    English-spanish dictionary > no

  • 10 virxen

    Vírxen, que está virgen, que está nueva, que no se ha estrenado, etc. Pero esta palabra también significa el Nombre de María Santísima la Madre de Jesús el Nazareno. —Na gora vou falar you de la Vírxen, ya vóu cheldalu dientru 'l grandie respéutu ya cariñóuxa creyencia que disdi xempre le profexéi, xegún el miou xenciétchu envidayar, les Xagráes Escritures cunten mamplenáus de couxes, ya tóes tenen sou zarrapótcheira nel mesteriu del FAIDOR, anxina ye que perque ISTI lu quixu, la Vírxen María, xegún les Escritures que nun forun feches per el FAIDOR, inxendróu ya bétchou a Xexús el Ñazarenu, xin perder la virxinidá, per lu tantu aquindi dientru d'isti xocesu 'l mái grandie que s'allumbróu sou la Tierra, s'amiesten fatáus de conxetures que non conviencen nel díe de güéi ya a naide. —La primeira de les cuales ye, que la Xantiquina Maríe ñamorá muyer de bonu de xan Xoxé, fexu 'l sou fíu Xexús xen dalgún placier, nin delgún cariñu, nel mesmu cheldar que fái de menus al sou home manque fora con el mesmu FAIDOR. Istu ye lu que s'esmuece ou s'abazcucha d'isti Xingullar Xocesu, que foi la Ximente de la Cristandá, ya primier atayu que fexu agüétchar a les xentes la xobreñatural existencia ya clara del FAIDOR. —Peru xin el FAIDOR dixu, xempri xegún les Escritures, que faía 'l Home a sou imaxen ya xemeyanza, dexa ben claru qu'una couxa nun concurdia en nagua con l' oitra. —You créu que la virxinidá de les prexones, non de les couxes, nun s'arrellumbra nel curpu que tou él ye un firvidiétchu de vida ya transformaxón, fasta que despós de mortu entavía se gulgue a transformar nel meruqueiru que l' enzula, non, la virxinidá de les prexones mora dientru 'l mái mesterióuxu coiquín del alma ou 'l espíritu, ya enxamás premite que dalguna oitra forza del espíritu allume penxamentus que la deslluzcan en nagua. Anxina foi comu la Xantina Maríe, la Má de Xexús el Ñazarenu, la Dioxa de l'esperancia ya redención, nuna pallabra, la Virxen Maríe xuntu col sou fíu Xexús de Ñazarenu, forun les dous úniques prexones en tou 'l vivir de l'Umanidá, que conxiquierun ser vírxenes en tou 'l resplandior del sou espíritu ya penxamentu, nun contandu pa nagua sous curpus, que namái que xon carretones qu'acarrapotian el espíritu ya penxamentu, dou la virxinidá pue morar eternamente. TRADUCCIÓN.—Ahora yo dentro de mi simpleza y sencillez les voy hablar de la Virgen, y lo voy hacer dentro del grande respeto y cariñosa creencia que desde siempre le he profesado, según mi natural manera de ver las cosas, pienso que las Sagradas Escrituras o la Biblia Santa, cuentan infinidad de cosas, y muchas de echas tienen su solución sin resolver, todas tienen su misterioso acontecer bien cerrado en los indescifrables lares del mismo Hacedor. Así pues porque Dios ha querido, la Virgen María, siempre según las Escrituras, que no han sido pensadas ni hechas por el Hacedor, cuentan que la Virgen engendró y alumbró a Jesús de Nazareno, sin que su cuerpo perdiera su virginidad, por lo tanto, aquí dentro de sin igual suceso, el más grande que se alumbró en el mundo, están atadas infinidad de conjeturas, que ya hoy día al haber avanzado el discurrir Humano, ya a nadie convencen, y tal parecen cuentos para niños. —Una de ellas dice, que la Santina María, enamorada mujer del bueno de su marido San José, hizo a su hijo Jesús sin haber recibido ningún placer, ni ninguna clase de cariñosas caricias, y lo hizo según parece al mismo tiempo que humillaba, despreciaba y traicionaba a su marido, al permitir que Dios se portase tan injustamente con los Hombres, al haber elegido a una mujer casada para tan divinizante alumbramiento. Esto es lo que se puede apreciar y de hecho a todas luces vierte el alumbramiento de tan Grande y Singular Suceso, que fue la sirvienta de toda la Cristiandad, y el primer atajo que hizo ver a las gentes la sobrenatural existencia del Hacedor. —Pero si el Hacedor dijo (siempre según las Escrituras que no fueron hechas por Dios), que hacía al Hombre a su Imagen y Semejanza, en esta frase queda bien claro, que una cosa no concuerda con la otra en nada. —Yo creo que la virginidad de las personas (no de las cosas) no se alumbra en la materia del cuerpo, que todo él es un hervidero de vida en continua transformación y movimiento, hasta que por accidente o por vejez se muere, y después de muerto todavía se vuelve a transformar en un hervidero de gusanos que no dejan de existir hasta que no se le come entero. —No, la virginidad de las personas mora dentro del misterioso rincón del alma, o del espíritu, y jamás permite que ninguna otra fuerza que actúe fuera de la normativa del más puro crisol de la justicia y el amor entrañable al prójimo, alumbre pensamientos que la desluzcan u ofendan en nada. Así fue la virginidad de María Santina, la Madre de Jesús el Nazareno, la Diosa de la esperanza y de la redención, en una palabra, la Virgen María junto con su Hijo Jesús el Nazareno, fueron los dos únicos seres en todo el vivir de la Humanidad, que consiguieron que en sus espíritus le alumbrase la virginidad celestial, resplandor divino de sus pensamientos, no contando para nada sus cuerpos, que no fuese el ser vehículo transportador de espíritu y pensamiento, donde la Virginidad de la pureza, del espíritu y pensamiento, vivía apartada de todo movimiento perecedero.

    Primer Diccionario Enciclopédicu de la Llingua Asturiana > virxen

  • 11 half

    1. plural - halves; noun
    1) (one of two equal parts of anything: He tried to stick the two halves together again; half a kilo of sugar; a kilo and a half of sugar; one and a half kilos of sugar.) mitad
    2) (one of two equal parts of a game (eg in football, hockey) usually with a break between them: The Rangers scored three goals in the first half.) parte, mitad, tiempo

    2. adjective
    1) (being (equal to) one of two equal parts (of something): a half bottle of wine.) medio
    2) (being made up of two things in equal parts: A centaur is a mythical creature, half man and half horse.) mitad, medio
    3) (not full or complete: a half smile.) medio

    3. adverb
    1) (to the extent of one half: This cup is only half full; It's half empty.) medio
    2) (almost; partly: I'm half hoping he won't come; half dead from hunger.) medio, casi
    - halve
    - half-and-half
    - half-back
    - half-brother
    - half-sister
    - half-caste
    - half-hearted
    - half-heartedly
    - half-heartedness
    - half-holiday
    - half-hourly
    - half-term
    - half-time
    - half-way
    - half-wit
    - half-witted
    - half-yearly
    - at half mast
    - by half
    - do things by halves
    - go halves with
    - half past three
    - four
    - seven
    - in half
    - not half

    half1 adj medio
    half2 adv medio
    half3 n
    1. mitad / medio
    2. tiempo
    half4 pron mitad
    that's too much; I can only eat half eso es demasiado; sólo puedo comer la mitad
    tr[hɑːf]
    noun (pl halves)
    2 SMALLSPORT/SMALL (period) parte nombre femenino, mitad nombre femenino, tiempo
    3 (beer) media pinta
    1 medio,-a
    1 medio, a medias
    \
    SMALLIDIOMATIC EXPRESSION/SMALL
    and a half familiar muy bueno,-a
    that was a meal and a half ¡vaya comida que nos hemos pegado!
    in half por la mitad
    not half familiar (very) muy 2 (emphatic reply) ¡y tanto!, ¡ya lo creo!, ¡ni que lo digas!
    it isn't half cold today! ¡vaya frío que hace hoy!
    do you fancy a beer? --not half! ¿te apetece una cerveza? --¡y tanto!
    to do things by halves hacer las cosas a medias
    to go halves on pagar a medias
    first half primer tiempo
    half ['hæf, 'haf] adv
    : medio, a medias
    half cooked: medio cocido
    half adj
    : medio, a medias
    a half hour: una media hora
    a half truth: una verdad a medias
    half n, pl halves ['hævz, 'havz]
    1) : mitad f
    half of my friends: la mitad de mis amigos
    in half: por la mitad
    2) : tiempo m (en deportes)
    adj.
    a medias adj.
    medio, -a adj.
    mitad adj.
    adv.
    medio adv.
    n.
    (§ pl.: halves) = medio s.m.
    mitad s.f.
    tiempo s.m.

    I hæf, hɑːf
    noun (pl halves)
    1)
    a) ( part) mitad f

    to break/divide something in half — romper*/dividir algo por la mitad or en dos

    not to do things by halves — (colloq) no hacer* las cosas a medias

    to go halves — (colloq) pagar* a medias

    my/his better/other half — (colloq & hum) mi/su media naranja

    too... by half — (BrE colloq)

    b) ( Math) medio m

    ... and a half! — (colloq)

    2) ( Sport)
    a) ( period) tiempo m

    the first/second half — el primer/segundo tiempo

    b) ( of pitch) campo m
    c) ( interval) (AmE) descanso m, medio tiempo m (AmL)
    3) ( of beer) (BrE) (colloq) media pinta f ( de cerveza)
    4) ( fare) (BrE)

    II
    pronoun la mitad

    the half of it — (colloq)


    III
    adjective medio, -dia

    she isn't half the player/singer she used to be — (colloq) no es ni con mucho la jugadora/cantante que era


    IV
    adverb medio

    she is half Italian, half Greek — es hija de italianos y griegos

    the movie isn't half as good as the book — (colloq) la película no es ni la mitad de buena que el libro

    not half — (BrE colloq) (as intensifier)

    do you like it? - not half! — ¿te gusta? - no me gusta, me encanta

    [hɑːf] (pl halves)
    1. N
    1) (gen) mitad f

    a pound and a half, one and a half pounds — libra f y media

    we have a problem and a half * — tenemos un problema mayúsculo, vaya problemazo que tenemos

    one's better half *hum su media naranja *

    by half, better by half — con mucho el mejor

    half a dollar(=value) medio dólar m

    half a dozenmedia docena f

    to go halves (with sb) (on sth) — ir a medias (con algn) (en algo)

    half an hourmedia hora f

    to cut/break sth in half — cortar/partir algo por la mitad

    half a moment! *

    half a second! * — ¡un momento!

    one's other half *hum su media naranja *

    they don't know the half of it *no saben de la misa la media

    she's asleep half the timeiro se pasa la mitad del tiempo dormida

    See:
    AVERAGE, HALF in average
    2) (Sport) [of match] tiempo m ; (=player) medio m

    first/second half — primer/segundo tiempo m

    3) (Brit) [of beer] media pinta f
    4) (=child's ticket) billete m de niño

    one and two halves, please — un billete normal y dos para niños, por favor

    2.
    ADJ [bottle, quantity] medio

    a half- point cut in interest rates — una reducción de medio punto en los tipos de interés

    I have a half share in the flat — la mitad del piso es mío or de mi propiedad

    halfback, half-brother, half-sister
    3. ADV
    1) (gen) medio, a medias

    I was half afraid that... — medio temía que...

    half as, half as much — la mitad

    it wasn't half as bad as I had thought *[interview, trip to the dentist] no lo pasé ni con mucho or ni de lejos tan mal como había imaginado

    half asleepmedio dormido

    half donea medio hacer

    half laughing, half crying — medio riendo, medio llorando

    I only half read it — lo leí solo a medias

    I was only half serious when I said that — aquello solo lo dije medio en broma

    half-baked (Brit) *

    not half! — ¡y cómo!, ¡ya lo creo!

    he didn't half run — corrió muchísimo, corrió como un bólido

    it didn't half rain! — ¡había que ver cómo llovía!

    it wasn't half dear — nos costó un riñón, fue carísimo

    4.
    CPD

    half fare Nmedio pasaje m (as adv)

    half note N(US) (Mus) blanca f

    half term N(Brit) (Scol) vacaciones fpl de mediados del trimestre

    * * *

    I [hæf, hɑːf]
    noun (pl halves)
    1)
    a) ( part) mitad f

    to break/divide something in half — romper*/dividir algo por la mitad or en dos

    not to do things by halves — (colloq) no hacer* las cosas a medias

    to go halves — (colloq) pagar* a medias

    my/his better/other half — (colloq & hum) mi/su media naranja

    too... by half — (BrE colloq)

    b) ( Math) medio m

    ... and a half! — (colloq)

    2) ( Sport)
    a) ( period) tiempo m

    the first/second half — el primer/segundo tiempo

    b) ( of pitch) campo m
    c) ( interval) (AmE) descanso m, medio tiempo m (AmL)
    3) ( of beer) (BrE) (colloq) media pinta f ( de cerveza)
    4) ( fare) (BrE)

    II
    pronoun la mitad

    the half of it — (colloq)


    III
    adjective medio, -dia

    she isn't half the player/singer she used to be — (colloq) no es ni con mucho la jugadora/cantante que era


    IV
    adverb medio

    she is half Italian, half Greek — es hija de italianos y griegos

    the movie isn't half as good as the book — (colloq) la película no es ni la mitad de buena que el libro

    not half — (BrE colloq) (as intensifier)

    do you like it? - not half! — ¿te gusta? - no me gusta, me encanta

    English-spanish dictionary > half

  • 12 if

    if
    1) (in the event that; on condition that: He will have to go into hospital if his illness gets any worse; I'll only stay if you can stay too.) si
    2) (supposing that: If he were to come along now, we would be in trouble.) si, en el caso de que
    3) (whenever: If I sneeze, my nose bleeds.) si, cada vez que, siempre que
    4) (although: They are happy, if poor.) a pesar de, aunque
    5) (whether: I don't know if I can come or not.) si
    if conj
    1. si
    if it rains, we'll stay at home si llueve, nos quedaremos en casa
    2. cuando / siempre que
    if I were you yo en tu lugar / yo que tú
    if I were you, I'd go home yo en tu lugar, me iría a casa
    if only ojalá / si
    if only I knew his name! ¡ojalá supiera cómo se llama!
    if
    tr[ɪf]
    if it rains, we'll stay at home si llueve, nos quedaremos en casa
    if anyone phones, I'm out si llama alguien, no estoy
    if she should arrive... si llegase...
    if my mother were here, she'd know what to do si estuviera mi madre, sabría qué hacer
    what would you do if you won the lottery? ¿qué harías si ganaras la lotería?
    if you hadn't gone to bed so late, you wouldn't be so tired si no te hubieras acostado tan tarde, no estarías tan cansado
    if you'd studied harder, you would have passed the exam si hubieras estudiado más, habrías aprobado el examen
    if you heat water to 100 degrees, it boils si calientas el agua a 100 grados, hierve
    if you're not sure about anything, don't hesitate to ask si no estás seguro de algo, no dudes en preguntar
    do you know if she got the job? ¿sabes si consiguió el trabajo?
    I'm sorry if I woke you siento haberte despertado, perdona que te haya despertado
    do you mind if I open the window? ¿te importa que abra la ventana?
    4 (but) aunque, pero
    it's good, if a little slow at times es bueno pero algo lento a veces
    well, if it isn't Jimmy Jazz! vaya, ¡pero si es Jimmy Jazz!
    if she passes - and it's a big if... suponiendo que apruebe - y ya es suponer...
    \
    SMALLIDIOMATIC EXPRESSION/SMALL
    if and when si y cuando
    if any en caso de que..., si es que...
    there were very few mistakes, if any había muy pocos errores, si es que había alguno
    if anything más bien, en todo caso
    she's no better, if anything, she's worse no está mejor, en todo caso está peor
    if ever si alguna vez
    if I were you yo que tú, yo en tu lugar
    if not si no
    if only (present or future time) ¡ojalá!, ¡si al menos! 2 (past events) si
    if only I'd known si lo hubiera sabido, de haberlo sabido
    if only you'd told me! ¡si me lo hubieras dicho!, ¡habérmelo dicho!
    if only it were Friday ¡ojalá fuese viernes!
    come to the wedding, if only to please your mother ven a la boda, aunque sólo sea para complacer a tu madre
    if so de ser así, si así fuese
    it's not as if... / it isn't as if... no es que...
    if ['ɪf] conj
    1) : si
    I would do it if I could: lo haría si pudiera
    if so: si es así
    as if: como si
    if I were you: yo que tú
    2) whether: si
    I don't know if they're ready: no sé si están listos
    3) though: aunque, si bien
    it's pretty, if somewhat old-fashioned: es lindo aunque algo anticuado
    if
    adv.
    como adv.
    conj.
    cuando conj.
    si conj.
    n.
    duda s.f.
    hipótesis s.f.

    I ɪf
    1)

    if you're good, I'll read you a story — si te portas bien, te leeré un cuento

    if I were you, I wouldn't do it it — yo en tu lugar or yo que tú, no lo haría

    b)

    if not: they were undernourished, if not (yet) actually starving estaban desnutridos, si bien no se estaban muriendo de inanición; she was very offhand, if not downright rude — estuvo muy brusca, por no decir verdaderamente grosera

    c)
    d)

    if only: if only she could have seen him! — si lo pudiera haber visto!

    e)

    if so — (as linker) si es así, de ser así

    2) ( whether) si
    3) ( though) aunque, si bien

    it's a good plot, if a complicated one — es un buen argumento, aunque complicado or si bien es complicado

    4)

    if you'll all follow me, please — síganme, por favor, ¿quieren seguirme, por favor?

    b) ( indicating surprise) (with neg)

    well, if it isn't Mike Britton! — pero si es Mike Britton!


    II
    [ɪf]
    1. CONJ

    if you ask me — en lo que a mí se refiere

    if you had come earlier, you would have seen him — si hubieras venido antes, le habrías visto

    if I had known I would have told you — de haberlo sabido te lo habría dicho, si lo sé te lo digo *

    if it hadn't been for you we would have all died — de no ser or de no haber sido por ti hubiéramos muerto todos

    you can go if you likepuedes ir si quieres

    if necessary — si es necesario, si hace falta

    if I were you I would go to Spain — yo que tú iría a España, yo en tu lugar iría a España

    if it weren't for him, we wouldn't be in this mess! — ¡si estamos metidos en este lío, es por él! *, ¡no estaríamos metidos en este lío de no ser por él! *

    if and when she comes — si (en efecto) viene, en el caso de que venga

    2) (=whenever) si, cuando

    if she wants any help she asks mesi or cuando necesita ayuda me la pide

    if it was fine we went out for a walksi or cuando hacía buen tiempo dábamos un paseo

    3) (=although) aunque, si bien

    it's a nice film if rather long — es una buena película, aunque or si bien algo larga

    I will do it, even if it is difficult — lo haré, aunque me resulte difícil

    I'll finish it if or even if it takes me all day — lo terminaré aunque me lleve todo el día

    I couldn't eat it if I triedaunque me lo propusiera no lo podría comer

    4) (=whether) si

    he asked me if I had eaten — me preguntó si había comido

    I don't know if he's here — no sé si está aquí

    I wonder if it's true — me pregunto si es or será verdad

    if anything this one is better — hasta creo que este es mejor, este es mejor si cabe

    it's no bigger than our last house, if anything, it's even smaller — no es más grande que nuestra última casa si acaso, es incluso más pequeña

    I think you should paint it blue, if anything — en todo caso or si acaso, yo lo pintaría de azul

    as if — como si

    it isn't as if we were rich — no es que seamos precisamente ricos, no es que seamos ricos que digamos

    if at all, they aren't paid enough, if (they are paid) at all — les pagan poco, eso cuando les pagan

    change it to red, if at all — en todo caso or si acaso, cámbialo a rojo

    if it isn't old Garfield! — ¡pero si es el bueno de Garfield!, ¡hombre, Garfield, tú por aquí!

    if notsi no

    are you coming? if not, I'll go with Mark — ¿vienes? si no, iré con Mark

    if only I had known! — ¡de haberlo sabido!

    if only I could! — ¡ojalá pudiera!

    if only we had a car! — ¡ojalá tuviéramos coche!, ¡quién tuviera coche!

    I'll come, if only to see him — voy, aunque solo sea para verlo

    I'll try to be there, if only for a few minutes — trataré de estar allí, aunque solo sea unos minutos

    if so — si es así, de ser así

    are you coming? if so, I'll wait — ¿vienes? si es así or de ser así te espero; see as; see even 2., 4)

    2.
    N

    that's or it's a big if — es un gran pero

    there are a lot of ifs and butshay muchas dudas sin resolver

    IF
    Indicative/Subjunctive after "si"
    Si can be followed by both the {indicative} and the {subjunctive}. The {indicative} describes facts and likely situations; the {subjunctive} describes remote or hypothetical situations.
    Indicative Use si + ((present indicative)) to translate if + ((present)) in English:
    If you go on overeating, you'll get fat Si sigues comiendo tanto, vas a engordar
    Don't do it if you don't want to No lo hagas si no quieres NOTE: Don't use si with the ((present subjunctive)).
    Subjunctive Use si + ((imperfect subjunctive)) to translate if + ((past)) for remote or uncertain possibilities and hypotheses:
    If we won the lottery, we would never have to work again Si nos tocase or tocara la lotería, no tendríamos que trabajar nunca más
    What would you do if I weren't here? ¿Qué harías si yo no estuviese or estuviera aquí? ► Use si + ((pluperfect subjunctive)) (= hubiera or hubiese + ((past participle))) to translate if + had + ((past participle)):
    If Paula hadn't lost her ticket, she would have left today Si Paula no hubiera or hubiese perdido el billete, habría salido hoy Alternatively, instead of a clause with si, you can often use de ( no) haber + ((past participle)):
    If Paula hadn't lost her ticket, she would have left today De no haber perdido Paula el billete, habría salido hoy For further uses and examples, see main entry
    * * *

    I [ɪf]
    1)

    if you're good, I'll read you a story — si te portas bien, te leeré un cuento

    if I were you, I wouldn't do it it — yo en tu lugar or yo que tú, no lo haría

    b)

    if not: they were undernourished, if not (yet) actually starving estaban desnutridos, si bien no se estaban muriendo de inanición; she was very offhand, if not downright rude — estuvo muy brusca, por no decir verdaderamente grosera

    c)
    d)

    if only: if only she could have seen him! — si lo pudiera haber visto!

    e)

    if so — (as linker) si es así, de ser así

    2) ( whether) si
    3) ( though) aunque, si bien

    it's a good plot, if a complicated one — es un buen argumento, aunque complicado or si bien es complicado

    4)

    if you'll all follow me, please — síganme, por favor, ¿quieren seguirme, por favor?

    b) ( indicating surprise) (with neg)

    well, if it isn't Mike Britton! — pero si es Mike Britton!


    II

    English-spanish dictionary > if

  • 13 load

    ləud
    1. noun
    1) (something which is being carried: The lorry had to stop because its load had fallen off; She was carrying a load of groceries.) carga
    2) (as much as can be carried at one time: two lorry-loads of earth.) peso, cantidad
    3) (a large amount: He talked a load of rubbish; We ate loads of ice-cream.) montones de, montón de
    4) (the power carried by an electric circuit: The wires were designed for a load of 15 amps.) carga

    2. verb
    1) (to take or put on what is to be carried (especially if heavy): They loaded the luggage into the car; The lorry was loading when they arrived.) cargar
    2) (to put ammunition into (a gun): He loaded the revolver and fired.) cargar
    3) (to put film into (a camera).) cargar
    load1 n carga
    load2 vb cargar
    tr[ləʊd]
    1 (in general) carga
    2 (weight) peso
    1 cargar ( with, de)
    1 cargar
    \
    SMALLIDIOMATIC EXPRESSION/SMALL
    a load of... / loads of... familiar montones de..., un montón de...
    get a load of this! familiar ¡fíjate en esto!, ¡mira esto!
    load ['lo:d] vt
    : cargar, embarcar
    load n
    1) cargo: carga f
    2) weight: peso m
    3) burden: carga f, peso m
    4) loads npl
    : montón m, pila f, cantidad f
    loads of work: un montón de trabajo
    n.
    carga s.f.
    cargamento s.m.
    cargazón s.m.
    cargo s.m.
    carguío s.m.
    munición s.f.
    peso s.m.
    tiro s.m.
    v.
    agobiar v.
    armar v.
    cargar v.
    colmar v.
    fletar v.
    recargar v.
    ləʊd
    I
    1) c ( cargo) carga f; ( burden) carga f, peso m

    to have a load on — (AmE colloq) estar* como una cuba (fam), estar* tomado (AmL fam)

    2) (often pl) (colloq)
    a) (much, many) cantidad f, montón m (fam), pila f (AmS fam)

    I've done this loads of timesesto lo he hecho cantidad or montones or (AmS tb) pilas de veces (fam)

    the play is a load of rubbishla obra no vale nada or (fam) es una porquería

    3) ( Civil Eng) carga f

    maximum load 15 tons — peso máximo: 15 toneladas


    II
    1.
    a) ( Transp) \<\<truck/plane\>\> cargar*
    b) ( charge) \<\<gun\>\> cargar*

    to load a program (into a computer) — cargar* un programa (en una computadora)


    2.
    vi cargar*
    Phrasal Verbs:
    [lǝʊd]
    1. N
    1) (=cargo) carga f ; (=weight) peso m

    maximum load: 17 tons — carga máxima: 17 toneladas

    shed I
    2) (fig) (=burden) carga f

    that's (taken) a load off my mind! — ¡eso me quita un peso de encima!

    caseload, workload
    3) (Elec, Tech) (also of firearm) carga f
    4) loads * cantidad * f, un montón *

    we've got loads of timetenemos cantidad or un montón de tiempo *

    5)

    a load of >: the book is a load of rubbish *el libro es una basura *, el libro no vale nada

    get a load of this!(=look) ¡échale un vistazo a esto! *, ¡mírame esto!; (=listen) ¡escucha esto!

    2. VT
    1) [+ lorry, washing machine, gun, camera] cargar

    do you know how to load this program? — (Comput) ¿sabes cómo cargar este programa?

    2) (=weigh down)

    to be loaded with sth, we're loaded with debts — estamos cargados or agobiados de deudas

    3) (=bias)

    the dice were loaded — los dados estaban cargados

    the dice are loaded against him — (fig) todo está en su contra

    the situation is loaded in our favour — la situación se inclina a nuestro favor

    3. VI
    1) [lorry, ship] cargar
    2) [gun, camera] cargarse

    how does this gun/camera load? — ¿cómo se carga esta pistola/cámara?

    3) [person] cargar

    load! — ¡carguen armas!

    4.
    CPD

    load factor N — (Elec, Aer) factor m de carga

    load line N — (Naut) línea f de carga

    * * *
    [ləʊd]
    I
    1) c ( cargo) carga f; ( burden) carga f, peso m

    to have a load on — (AmE colloq) estar* como una cuba (fam), estar* tomado (AmL fam)

    2) (often pl) (colloq)
    a) (much, many) cantidad f, montón m (fam), pila f (AmS fam)

    I've done this loads of timesesto lo he hecho cantidad or montones or (AmS tb) pilas de veces (fam)

    the play is a load of rubbishla obra no vale nada or (fam) es una porquería

    3) ( Civil Eng) carga f

    maximum load 15 tons — peso máximo: 15 toneladas


    II
    1.
    a) ( Transp) \<\<truck/plane\>\> cargar*
    b) ( charge) \<\<gun\>\> cargar*

    to load a program (into a computer) — cargar* un programa (en una computadora)


    2.
    vi cargar*
    Phrasal Verbs:

    English-spanish dictionary > load

  • 14 als

    als
    konj
    1) ( zeitlich) tan pronto como, en el momento en que, mientras, cuando
    2) ( in der Eigenschaft als) como, a modo de, en calidad de
    3) ( beim Komparativ) que

    Madrid ist größer als München. — Madrid es más grande que Múnich.

    als [als]
    1 dig (gleichzeitig) (justo) cuando, al +Infinitiv ; als der Krieg ausbrach,... al estallar la guerra...; gerade als wir losgehen wollten, begann es zu regnen justo cuando íbamos a salir, empezó a llover
    2 dig(vorzeitig, nachzeitig) cuando
    3 dig (als ob) como si, que; es sieht nicht so aus, als würden wir das Spiel verlieren no parece que vayamos a perder el partido; er sprach so klug, als ob er das studiert hätte habló como si fuera un bachiller; er ist zu anständig, als dass er so etwas tun könnte es demasiado correcto como para hacer una cosa así
    4 dig (bei Vergleichen) que; ich bin klüger als vorher soy más listo que antes
    5 dig (in der Eigenschaft) como, de; er kam als Freund zu uns vino como amigo (a nuestra casa); als Belohnung waren 1.000 Euro ausgesetzt fijaron 1.000 euros de recompensa
    Konjunktion
    1. [temporal - zur Angabe der Gleichzeitigkeit] cuando
    [ - zur Angabe der Vorzeitigkeit] después de (que)
    [ - zur Angabe der Nachzeitigkeit] cuando
    [ - zur Angabe eines Zeitpunktes] cuando
    2. [zur Angabe einer Relation] que
    besser, als ich gedacht hatte mejor de lo que pensaba
    es war noch schlimmer, als du gesagt hast fue aún peor de lo que dijiste
    3. [zur Angabe einer Annahme] como si
    4. [zur Angabe eines Urteils] como
    5. [zur Angabe der Identität] como
    6. [zur Angabe des Verwendungszweckes] como

    Deutsch-Spanisch Wörterbuch > als

  • 15 twice

    1) (two times: I've been to London twice.) dos veces
    2) (two times the amount of: She has twice his courage.) el doble de, dos veces (más)
    3) (two times as good etc as: He is twice the man you are.) dos veces (mejor...)
    - think twice about doing something
    - think twice about something
    twice adv dos veces
    tr[twaɪs]
    1 dos veces
    \
    SMALLIDIOMATIC EXPRESSION/SMALL
    twice over dos veces
    twice ['twaɪs] adv
    : dos veces
    twice a day: dos veces al día
    it costs twice as much: cuesta el doble
    adv.
    dos veces adv.
    twaɪs
    a) ( two times) dos veces

    twice a week/year — dos veces por semana/año

    the twice-weekly meetings — las reuniones, que tienen lugar dos veces por semana

    b) ( double)

    he's twice your age/height — te dobla en edad/altura

    [twaɪs]
    ADV dos veces

    twice as much/many — dos veces más

    twice a weekdos veces a la or por semana

    she is twice your age — ella tiene dos veces tu edad, es dos veces mayor que tú

    twice the sum, twice the quantity — el doble

    A is twice as big as B — A es el doble de B, A es dos veces más grande que B

    he didn't have to be asked twice — no se hizo de rogar, no se lo tuve que pedir dos veces

    * * *
    [twaɪs]
    a) ( two times) dos veces

    twice a week/year — dos veces por semana/año

    the twice-weekly meetings — las reuniones, que tienen lugar dos veces por semana

    b) ( double)

    he's twice your age/height — te dobla en edad/altura

    English-spanish dictionary > twice

  • 16 überlebensgroß

    überlebensgroß ['--'---]
    de tamaño más que natural
    Adjektiv
    ————————
    Adverb

    Deutsch-Spanisch Wörterbuch > überlebensgroß

  • 17 axarduscar

    Axarduscar, es depositar en el «xardu» las castañas para que con el calor y los humos que se escapan del fuego del lar, se consiga que estas castañas se tornen en mayucas (duras). Una vez que las castañas ya están bien axarduscáes (bien secas) con el pelleyu (pellejo) crujiente, es entonces cuando se bajan del xardu por un pequeño bocairún (ventano) que el xardu tiene, y s’abazcuchan (se vierten) en la goxa (cesta), donde con un mayu (majón) de madera se majan, hasta deshacerlas casi en polvo sus pellejos, después llega la operación de banayas (banarlas) y una vez efectuado este trabajo, quedan las castañas blancas y limpias del tecu (que es el residuo de los pellejos y de las castañas podridas, machacadas hasta haberse convertido en un polvo, y seca pulpa que se llama el tecu). Este tecu no tiene más aplicación que el pudrirse en las caleyas y'esfaese 'n bun cuchu, (callejas haciéndose en un buen abono). Un escritor de Bable famoso de nuexa Tierrina, a pesar que su vocabulario no llegaba a la veintena de palabras de la ancestral Lengua Asturiana, escribió una vez en cierta narración dándoselas de entendido, que con el tecu ou tescu, se industriaban excelentes piensos para las caballerías. Aquel buen hombre, no tenía ni puñetera idea de lo que decía, v no solamente él, sino más del noventa y nueve por ciento de cuantos escritores trataron la melguera lengua asturiana, que bien por su posición social, o por cualquier otra industria avalados, sembraron en mi Tierra una discordia equívoca, apartando a las gentes del camino verdadero de nuestras costumbres y lengua. No me cabe la menor duda que han sido hombres maravillosos que amaron a mi Tierrina tanto como yo pueda adorarla, pero esto no los dexime (aparta), del grave pecado que han cometido, y cometen, de falsear a sabiendas lo más grande que puede tener un pueblo, que es sin ninguna duda, su ancestral lengua y costumbres. El Tecu ou Tescu, es un veneno hasta para los gochus (cerdos) y a nadie que sepa lo que se trae entre manos, se le ocurriría jamás, servirlo como pienso a sus animales.

    Primer Diccionario Enciclopédicu de la Llingua Asturiana > axarduscar

  • 18 tronzón

    Tronzón, tronzador. —You na miou xuventú tuve xeis ferrameintes que fexerun al miou curpu a la miou alma 'l esclavicu mái grandie que se le pué faer a perxona dalguna, la primeira foi la fame, qu'encaldóu 'l miou vidayu nel trabayu de domeñala, la xegunda foi la mexeria hermena xemela de la fame que s'allumbra namái ñacer ísta, ya les oitres catru forun la xierra, 'l tronzón, l'azáu ya 'l guarabañu, conistes xeis inxeparables compañeiras, viví you la miou xuventú fasta lus deciochu anus, que ya estiráu fasta'l mái espurrixe ya encoyese, xebréime de la miou aldina namái cun lu que chebaba d'enría 'l chombu, que yera un paxiétchu que miou má le mercara a lus xitanus, que ya de viétchu ya esgacicáu que taba, tal paicía un espantapáxarus. TRADUCCIÓN.—Yo en mi juventud tuve seis herramientas que hicieron a mi cuerpo y mi alma, la esclavitud más grande que se le pueda hacer a una persona, la primera de estas por así llamarles herramientas ha sido el hambre, que obligó a mi pensamiento en el trabajo de dominarla, la segunda fue la miseria, que es la hermana gemela del hambre, que se alumbra nada más que ésta nace, y las otras cuatro fueron la sierra de aserrar la madera, el tronzador, el hacha, y la guadaña, con estas seis inseparables compañeras, he vivido toda mi juventud hasta los dieciocho años, que ya casi arreventado por los esfuerzos que me esclavizaron, me marche de mi aldea un amanecer nada más que con lo que llevaba puesto encima del cuerpo, que era un humildísimo traje que mi madre le había comprado a los gitanos, que de viejos y despedazado que estaba, tal parecía un espantapájaros.

    Primer Diccionario Enciclopédicu de la Llingua Asturiana > tronzón

  • 19 eye

    1. noun
    1) (the part of the body with which one sees: Open your eyes; She has blue eyes.) ojo
    2) (anything like or suggesting an eye, eg the hole in a needle, the loop or ring into which a hook connects etc.) ojo; agujero
    3) (a talent for noticing and judging a particular type of thing: She has an eye for detail/colour/beauty.) buen ojo

    2. verb
    (to look at, observe: The boys were eyeing the girls at the dance; The thief eyed the policeman warily.) mirar, observar
    - eyebrow
    - eye-catching
    - eyelash
    - eyelet
    - eyelid
    - eye-opener
    - eye-piece
    - eyeshadow
    - eyesight
    - eyesore
    - eye-witness
    - before/under one's very eyes
    - be up to the eyes in
    - close one's eyes to
    - in the eyes of
    - keep an eye on
    - lay/set eyes on
    - raise one's eyebrows
    - see eye to eye
    - with an eye to something
    - with one's eyes open

    eye n ojo
    to keep an eye on vigilar / echar un ojo
    can you keep an eye on my suitcase? ¿me puedes vigilar la maleta?
    to see eye to eye opinar igual / estar de acuerdo
    tr[aɪ]
    1 SMALLANATOMY/SMALL ojo
    2 (sense) vista
    3 (of needle, potato, storm) ojo
    1 (observe) mirar, observar; (look at longingly) echar el ojo a
    \
    SMALLIDIOMATIC EXPRESSION/SMALL
    all eyes were on... todas las miradas estaban puestas en...
    an eye for an eye ojo por ojo
    as far as the eye can see hasta donde alcanza la vista
    before somebody's very eyes delante de los propios ojos de alguien
    eyes right/left/front vista a la derecha/izquierda/al frente
    for somebody's eyes only sólo para los ojos de alguien
    if you had half an eye si tuvieras dos dedos de frente
    in the eyes of the law según la Ley
    in the eyes of somebody / in somebody's eyes a ojos de alguien, para alguien
    my eye! ¡y un pepino!
    not to be able to believe one's eyes no poder dar crédito a sus ojos, no poder creer lo que uno está viendo
    not to take one's eyes off something/somebody no quitar la vista de encima de algo/a alguien, no perder de vista algo/a alguien
    to be all eyes ser todo,-a ojos
    to be one in the eye for somebody suponer un chasco para alguien
    to be unable to look somebody in the eye no poder mirar a alguien a la cara
    to be unable to take one's eyes off somebody/something no poder quitar la vista de encima de alguien/algo
    to be up to one's eyes in something estar hasta el cuello de algo
    to cast one's eyes over something / run one's eyes over something ojear algo, echar una ojeada a algo
    to catch somebody's eye llamar la atención de alguien
    to clap/lay/set eyes on somebody/something ver a alguien/algo, poner los ojos en alguien/algo
    to close one's eyes to something hacer la vista gorda a algo
    to eye somebody up and down comerse a alguien con los ojos
    to give somebody the eye lanzar miraditas a alguien
    to have an eye for something tener buen ojo para algo
    to have eyes in the back of one's head darse cuenta de todo, tener cien ojos
    to have one's eye on (watch) observar, vigilar
    to keep an eye on (watch) vigilar 2 (not let out of sight) no perder de vista
    to keep an eye open/out for somebody/something mantener los ojos bien abiertos por si se ve a alguien/algo
    to keep one's eyes peeled estar ojo avizor
    to look somebody in the eye mirar a alguien a los ojos
    to make eyes at somebody / make sheep's eyes at somebody dirigir miraditas a alguien
    to only have eyes for somebody / have eyes only for somebody sólo tener ojos para alguien
    to open somebody's eyes abrirle los ojos a alguien
    to see eye to eye with somebody estar de acuerdo con alguien
    to turn a blind eye to something hacer la vista gorda a algo
    with an eye to doing something con la intención de hacer algo, con miras a hacer algo
    with one's eyes open con los ojos abiertos
    with one's eyes shut con los ojos cerrados
    with the naked eye a simple vista
    eye contact contacto ocular
    eye shadow sombra de ojos
    eye socket cuenca del ojo, órbita
    eye ['aɪ] vt, eyed ; eyeing or eying : mirar, observar
    eye n
    1) : ojo m
    2) vision: visión f, vista f, ojo m
    a good eye for bargains: un buen ojo para las gangas
    3) glance: mirada f, ojeada f
    4) attention: atención f
    to catch one's eye: llamar la atención
    5) point of view: punto m de vista
    in the eyes of the law: según la ley
    6) : ojo m (de una aguja, una papa, una tormenta)
    n.
    hondón s.m.
    ojo s.m.
    yema s.f.
    v.
    mirar detenidamente v.
    ojear v.

    I
    1)
    a) ( Anat) ojo m

    to have sharp eyestener* (una) vista de lince, tener* ojo de águila

    as far as the eye can/could see — hasta donde alcanza/alcanzaba la vista

    I can't believe my eyes — si no lo veo, no lo creo, no doy crédito a mis ojos

    to close o shut one's eyes to something — cerrar* los ojos a algo

    to cry one's eyes outllorar a lágrima viva or a mares

    to have eyes in the back of one's headtener* ojos en la nuca

    to keep one's eyes open — (to avoid danger, problems) andarse* or ir* con cuidado; ( looking for something)

    keep your eyes open for a restaurantvete mirando or fíjate bien a ver si ves un restaurante

    to keep one's eyes peeled o skinned — (colloq) (to avoid danger, problems) andarse* or ir* con mucho ojo (fam); ( looking for something) estar(se)* ojo avizor (fam)

    to make eyes at somebodyhacerle* ojitos a alguien

    to open somebody's eyesabrirle* los ojos a alguien

    to open somebody's eyes to something — hacerle* ver algo a alguien

    to see eye to eye with somebody(usu with neg) estar* de acuerdo con alguien, coincidir con alguien

    with one's eyes shut o closed — con los ojos cerrados

    to be up to one's eyes in somethingestar* hasta aquí de algo (fam)

    I'm up to my eyes in workestoy agobiada or (fam) hasta aquí de trabajo

    we're up to our eyes in debt — estamos cargados de deudas, debemos hasta la camisa (fam); (before n)

    eye contact: to make/avoid eye contact with somebody mirar/evitar mirar a alguien a los ojos; at eye level — a la altura de la vista

    b) (look, gaze) mirada f

    to cast o run one's eye over something — recorrer algo con la vista

    to have one's eyes on somebody/something — no quitarle los ojos de encima a alguien/algo

    in Mary's eyes he's perfectpara Mary or a ojos de Mary es perfecto

    to keep one's eye(s) on something/somebody: keep your eyes on the road! no apartes la vista de la carretera!; keep your eyes on him no lo pierdas de vista; to look somebody straight in the eye mirar a alguien directamente a los ojos; she won't look me in the eye no se atreve a mirarme a la cara; he couldn't take his eyes off her no podía quitarle los ojos de encima; easy on the eye (colloq) agradable a la vista; to keep an eye on something/somebody vigilar or cuidar algo/a alguien; keep an eye on those two no pierdas de vista a esos dos, vigila a esos dos; to lay o set o (colloq) clap eyes on somebody/something: from the moment I laid o set o (colloq) clapped eyes on him/it desde el primer momento que lo vi; to turn a blind eye (to something) — hacer* la vista gorda (frente a or ante algo)

    c) ( attention)
    d) ( ability to judge) ojo m

    to have an eye for design — tener* ojo or idea para el diseño

    to have an eye for detail — ser* detallista

    2)
    a) ( of needle) ojo m
    b) (of hurricane, storm) ojo m
    c) ( in potato) ojo m

    II
    transitive verb (pres p eying or BrE eyeing)
    a) ( observe) mirar, observar
    b) ( ogle) mirar, pasarle revista a (fam)
    [aɪ]
    1. N
    1) (gen) ojo m

    I couldn't believe my (own) eyes — no daba crédito a lo que veían mis ojos

    black eye — ojo m morado or amoratado

    she had a black eyetenía or llevaba un ojo morado

    to catch sb's eye — llamar la atención de algn

    it was the biggest one I'd ever clapped eyes on — era el más grande que jamás me había echado a la cara

    to cry one's eyes out — llorar a moco tendido or a lágrima viva

    there wasn't a dry eye in the house — no había ojos sin lágrimas en todo el teatro

    to have an eye or a keen eye for a bargain — tener mucha vista or buen ojo para las gangas

    he's got his eye on you — (=monitoring) no te quita ojo, no te pierde de vista; (=attracted to) te tiene echado el ojo

    she had eyes only for me — solo tenía ojos para mí, no tenía ojos más que para mí

    it hits you in the eye — salta a la vista

    in the eyes of — a los ojos de

    to keep an eye on sth/sb — (=watch) vigilar algo/a algn, echar una mirada a algo/algn; (=look after) cuidar algo/a algn

    keep your eyes on the road! — ¡no quites los ojos de la carretera!

    to look sb (straight) in the eye — mirar a algn (directamente) a los ojos

    with the naked eye — a simple vista

    he couldn't keep his eyes off the girl — se le fueron los ojos tras la chica

    to keep an eye out or one's eyes open for sth/sb — estar pendiente de algo/algn

    keep an eye out for the postmanestáte atento or pendiente a ver si ves al cartero

    keep your eyes open for bag-snatchers! — ¡mucho ojo, no te vayan a dar el tirón!

    I could hardly keep my eyes opense me cerraban los ojos

    I saw it with my own eyes — lo vi con mis propios ojos

    to be in the public eye — estar a la luz pública

    eyes right/left/front! — ¡vista a la derecha/izquierda/al frente!

    to run one's eye over sth — (from curiosity) recorrer algo con la vista; (checking) echar un vistazo a algo

    as far as the eye can seehasta donde alcanza la vista

    it's five years since I last set or laid eyes on him — hace cinco años que no lo veo

    the sun is in my eyes — me da el sol en los ojos

    he didn't take his eyes off her for one second — no le quitó los ojos de encima ni por un segundo

    with an eye to sth/to doing sth — con vistas or miras a algo/a hacer algo

    use your eyes! * — ¡abre los ojos!

    it happened before my very eyes — ocurrió delante de mis propios ojos

    under the watchful eye of — bajo la atenta mirada de

    to look at sth with or through the eyes of an expert — ver algo con ojos de experto

    - have eyes in the back of one's head

    he must have eyes in the back of his head! — ¡no se le escapa una!

    I haven't got eyes in the back of my headiro ¿te crees que tengo ojos en la nuca o qué?

    - give sb the glad eye
    - open sb's eyes to sth
    - keep one's eyes peeled
    - do sth with one's eyes
    - make sheep's eyes at sb
    - shut one's eyes to
    - be up to one's eyes
    - an eye for an eye
    blind 1., feast 2., mind 1., 1), sight
    2) [of potato] yema f
    3) [of storm] ojo m
    4) (Sew) [of needle] ojo m; [of hook and eye] hembra f de corchete
    2.
    VT mirar detenidamente, observar

    she eyed him sullenly/with suspicion — lo miró detenidamente con gesto hosco/con recelo

    an expensive leather jacket I had been eyeing for some time — una cazadora de cuero muy cara a la que hacía tiempo (que) le había echado el ojo

    3.
    CPD

    eye candy * Nregalo m para la vista

    eye clinic Nclínica f oftalmológica

    eye colour Ncolor m de los ojos

    eye contact Ncontacto m ocular

    eye cream Ncrema f para los ojos

    eye doctor N(US) oculista mf

    eye drops NPLgotas fpl para los ojos

    eye examination Nexamen m de la vista

    eye patch Nparche m

    eye pencil Nlápiz m de ojos

    eye shadow Nsombra f de ojos

    eye socket Ncuenca f del ojo

    eye test Ntest m visual or de visión

    * * *

    I [aɪ]
    1)
    a) ( Anat) ojo m

    to have sharp eyestener* (una) vista de lince, tener* ojo de águila

    as far as the eye can/could see — hasta donde alcanza/alcanzaba la vista

    I can't believe my eyes — si no lo veo, no lo creo, no doy crédito a mis ojos

    to close o shut one's eyes to something — cerrar* los ojos a algo

    to cry one's eyes outllorar a lágrima viva or a mares

    to have eyes in the back of one's headtener* ojos en la nuca

    to keep one's eyes open — (to avoid danger, problems) andarse* or ir* con cuidado; ( looking for something)

    keep your eyes open for a restaurantvete mirando or fíjate bien a ver si ves un restaurante

    to keep one's eyes peeled o skinned — (colloq) (to avoid danger, problems) andarse* or ir* con mucho ojo (fam); ( looking for something) estar(se)* ojo avizor (fam)

    to make eyes at somebodyhacerle* ojitos a alguien

    to open somebody's eyesabrirle* los ojos a alguien

    to open somebody's eyes to something — hacerle* ver algo a alguien

    to see eye to eye with somebody(usu with neg) estar* de acuerdo con alguien, coincidir con alguien

    with one's eyes shut o closed — con los ojos cerrados

    to be up to one's eyes in somethingestar* hasta aquí de algo (fam)

    I'm up to my eyes in workestoy agobiada or (fam) hasta aquí de trabajo

    we're up to our eyes in debt — estamos cargados de deudas, debemos hasta la camisa (fam); (before n)

    eye contact: to make/avoid eye contact with somebody mirar/evitar mirar a alguien a los ojos; at eye level — a la altura de la vista

    b) (look, gaze) mirada f

    to cast o run one's eye over something — recorrer algo con la vista

    to have one's eyes on somebody/something — no quitarle los ojos de encima a alguien/algo

    in Mary's eyes he's perfectpara Mary or a ojos de Mary es perfecto

    to keep one's eye(s) on something/somebody: keep your eyes on the road! no apartes la vista de la carretera!; keep your eyes on him no lo pierdas de vista; to look somebody straight in the eye mirar a alguien directamente a los ojos; she won't look me in the eye no se atreve a mirarme a la cara; he couldn't take his eyes off her no podía quitarle los ojos de encima; easy on the eye (colloq) agradable a la vista; to keep an eye on something/somebody vigilar or cuidar algo/a alguien; keep an eye on those two no pierdas de vista a esos dos, vigila a esos dos; to lay o set o (colloq) clap eyes on somebody/something: from the moment I laid o set o (colloq) clapped eyes on him/it desde el primer momento que lo vi; to turn a blind eye (to something) — hacer* la vista gorda (frente a or ante algo)

    c) ( attention)
    d) ( ability to judge) ojo m

    to have an eye for design — tener* ojo or idea para el diseño

    to have an eye for detail — ser* detallista

    2)
    a) ( of needle) ojo m
    b) (of hurricane, storm) ojo m
    c) ( in potato) ojo m

    II
    transitive verb (pres p eying or BrE eyeing)
    a) ( observe) mirar, observar
    b) ( ogle) mirar, pasarle revista a (fam)

    English-spanish dictionary > eye

  • 20 imaginable

    tr[ɪ'mæʤɪnəbəl]
    1 imaginable, concebible
    imaginable [ɪ'mæʤənəbəl] adj
    : imaginable
    imaginably [-bli] adv
    adj.
    concebible adj.
    imaginable adj.
    ɪ'mædʒənəbəl, ɪ'mædʒɪnəbəl
    adjective imaginable
    [ɪ'mædʒɪnǝbl]
    ADJ imaginable
    * * *
    [ɪ'mædʒənəbəl, ɪ'mædʒɪnəbəl]
    adjective imaginable

    English-spanish dictionary > imaginable

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